En la revista Allure de mayo, en dos informes diferentes se habla sobre el color rojo en el maquillaje. Pero el rojo no sólo es para los labios, maquillaje clásico si los hay. La idea que hace un tiempo viene dando vueltas en la pasarela es usarlo bien fuerte y puro tanto en ojos como en las mejillas (las bien queridas manzanitas).
Hace unos meses, Pat McGrath incluyó la tendencia de la sombra roja (lean este post) y desde ese momento, podemos ver mil y un maquillajes que lo incluyen. Ojo, hay que tener mucho cuidado al usarlo: si bien en labios es lo más común del maquillaje, en las mejillas hay que esfumarlo muy bien para no parecer una muñeca pintada en la oscuridad y, usado en los ojos, hay que tener los ojos bien descansados ya que puede dar la impresión de enfermedad o cansancio. El secreto, según varios maquilladores, siempre es esfumar. Esfumar el maquillaje de manera que parezca que la piel se sonrojó por el frío y que los tonos estén combinados . Otro punto importante es que el maquillaje sea en tonos mate, olvidense de los brillos.
Si no se animan al rojo, siempre queda la opción del rosa o coral, tal como mostró Chanel en su colección Cruise. Verán que es muy artístico para llevar a la mañana al trabajo o al supermercado, pero el concepto de un sólo color en el maquillaje (y en tonos rojos-rosados) está.
Así que en Sephora, agarré al pobre de César y le expliqué que quería un blush para hacer un maquillaje inspirado en Blancanieves y Pat McGrath. Pobre César, entre mi inglés aborigen y su poco dominio de la lengua materna, llegamos a este color: Illamasqua Panic.
Es un color rojo intenso, casi neón y bien mate, no tiene ningún destello. La cámara lo captó bastante bien, así que pueden guiarse por el color que ven: es así de rojo, bien intenso. Es por eso que me animo a decir que no es apto para timidonas.
Es un color similar a uno de Nars llamado Exhibit A, aunque el de Illamasqua es más intenso y el de Nars es más apagado.
Lo usé pocas veces, no es un producto que una lleve en la cartera para retocar el maquillaje. Si no tienen tiempo o buena luz, lo mejor es no intentar usarlo. Hay que usar poco, muy poco. Y limpiar la brocha después de colocarlo, es tan pigmentado que sigue maquillando aún sin nosotras quererlo.
Lo bueno es que se esfuma muy fácilmente, en la foto de abajo pueden ver cómo queda:
Es un pigmento muy intenso y duradero. Yo lo coloco con un kabuki o con una brocha de fibra óptica (ya sé que no se usa para eso, pero me gusta el acabado que deja). Lo usé tanto de día como de noche... y lo usé una vez de día (lo coloqué a las 10 de la mañana) y el color rojo me duró hasta que me fui a desmaquillar antes de irme a dormir, sin primer ni retoque ni nada: dura muchísimo.
Puede usarse como blush, como sombra o en los labios (si quieren darle un toque escarlata dramático a unos labios claros, por ejemplo). Es realmente muy versátil, y una vez que se amigan con el color, lo empiezan a amar.
En este link, pueden ver en la página de Illamasqua cómo lo colocan.
¿qué les parece? ¿se animarían a usar esta tendencia?
Revista Belleza
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