El pasado fin de semana fue el Encuentro Estatal de Profesionales Cristianos en Madrid, “la importancia de lo colectivo en un mundo en cambio”. En el encuentro Rafael Díaz-Salazar nos habló de que el proyecto laico moderno nació para lograr el fin de las guerras de religión, hacer posible la paz religiosa y facilitar al Estado la protección del pluralismo.
“El laicismo no tiene como misión erradicar la religión, sino defender la autonomía del orden jurídico y político frente al clericalismo teocrático“. Fue interesante poner nombre a algunas cosas sobre las que ya habíamos estado trabajando, ver que la finalidad del laicismo es crear una ciudadanía moral y socialmente activa (en la que pueden contribuir las religiones e iglesias).
El laicismo no es constitutivamente antirreligioso y antieclesial, se opone a la religión y a la Iglesia sólo en la medida en que éstas sean obstáculos a su defensa del pluralismo y a la necesaria distinción entre leyes, ética y religión. La clasificación que hace de los diferentes tipos de laicismo es:
- Laicismo excluyente: que es una forma de ateísmo militante y no reconoce a la religión ni a los grupos religiosos ninguna posibilidad de aportar cosas positivas a la sociedad. Sería una expresión de anticlericalismo, es un laicismo que intenta privatizar la religión y secularizar forzadamente un país. Este tipo de laicismo es el que genera las condiciones para que se articulen integrismos confesionales.
- Laicismo incluyente, que reconoce que la religión es una parte muy importante de la cultura, de la sociedad civil y es mucho lo que puede aportar. Es un tipo de laicismo que intenta articular el pluralismo existente en la sociedad, no imponer un nuevo fundamentalismo laicista o integrista, que intenta privatizar forzadamente las dimensiones religiosas de la existencia.
- Laicismo de neutralidad que se centra en que el Estado no puede definirse ni a favor ni en contra de la religión o de cualquier tipo de ideología.
- Laicismo religioso, impulsado por movimientos tanto católicos como islámicos o protestantes que defienden la autofinanciación económica de las iglesias, la separación Iglesia-Estado y una enseñanza laica no confesional.
Creo que sería interesante para Izquierda Unida que se replanteara diversos aspectos con respecto al laicismo. La gente religiosa y la gente no-religiosa está aportando a la Izquierda cosas interesantes y somos compatibles. No creo inteligente que tachemos a determinados planteamientos de inadecuados simplemente porque tienen un origen religioso, como tampoco consideraría lo contrario.
Es un error confundir a la Iglesia con la jerarquía porque en la mayoría de los casos no se da esa asociación, de hecho la mayoría de la gente religiosa que conozco tienen sus propios planteamientos independientemente de los episcopales. También pienso que sean cuáles sean los motores que nos mueven a la transformación del mundo, a la consecución de la justicia social, a una mayor distribución de la riqueza, tenemos que converger entre todas y todos y conseguir un pluralismo dentro de nuestro movimiento político y social, algo que en Palencia ya está funcionando. Ahora sería interesante conseguir que se implante en otros niveles, que se valoren las cosas no en función de donde vienen sino cuál es la finalidad de las mismas y tener claro cuál es nuestro proyecto político y de qué manera puede salir reforzado, dialogando con otros movimientos sociales y asociaciones pero teniendo un planteamiento autónomo respecto a algunas cuestiones: entre ellas la laicidad.