Revista Música
Entiendo que pueden haber muchas formas de acercarse a un disco y escribir sobre el. En el caso de la banda de Kurt Wagner, Lambchop, no puedo evitar dejar a un lado un "supuesto" criterio para dejarme llevar por la pura experiencia personal. Seguramente la historia de este disco, la sensación de pérdida de amigos para Kurt , una serie de pinturas realizadas por él, el baseball y tantas otras cosas se pueden encontrar en las hojas promocionales del disco. Debo reconocer que en principio el disco me enamoró menos que algunas de sus obras maestras anteriores (aún recuerdo el pinchazo de "Nixon" cuando lo escuché por primera vez y casi llorar de emoción ante algo como "Grumpus"), pero como intentaba explicar anteriormente, las sensaciones que me deja este disco siguen al alza al utilizarlo a modo de burbuja, quizás le faltan canciones redondas y más espontaneas pero todo esto va en aumento del valor de la producción de Mark Nevers (me gusta lo de psycho-Sinatra) y esos arreglos empujan al disco hacia territorios donde Tony Crow al piano se siente más cómodo relegando la guitarra de Tyler a un segundo plano la mayor parte del disco.
La brillantez del disco ha aparecido tras numerosas escuchas y hasta que ha calado en estado de ánimo y se ha convertido casi en parte de la banda sonora personal del que escribe. Siguen los tonos de soul, esta vez mucho más sugerentes al estar envueltos de una producción donde los arreglos de Peter Stopschinski y Mason Neely se encargan de proveer de un toque irreal a la melancólica voz de Kurt y de hecho introducen dos intrumentales exhuberantes al disco, usados casi como visagra en el funcionamiento del disco,la primera parte la delimita "Gar" con miradas a Curtis, a los Delfonics, al soul sureño, a Filadelfia y tantas cosas que uno puede tener rondando la cabeza; por otro lado "Betty's Overture" funciona de un modo más pasional y menos meditabundo, casi producto de una mezcla extraña entre los instrumentales de "The Soft Bulletin" o "Deserter's Songs" , Tindersticks y el sur. Todo para dar paso a "Never My Love", la ocasión de cerrar un disco y dejar a Kurt pronunciar sus verdades sobre la vida y el amor, entre los coros de Courtney Tidwell y envuelto casi en un aura cercana a Big Star.
En resumen,el disco de Lambchop no apunta a superar su obra anterior ni lo persigue, tan solo demuestra la maestría de unos músicos que ya tan solo buscan nuevas formas de ofrecer su arte, en esta ocasión jugando mucho más con el estudio de grabación y los arreglos. Ellos se divierten y nosotros lo disfrutamos.