

Ahí, precisamente, en la decisión de pasar de las baterías a los supercondensadores, y todo lo que esto implica, radica buena parte la colaboración con el MIT. Esta se acordó hace un año e incluye a dos laboratorios del centro; uno liderado por Mircea Dinca, que se centra en el desarrollo de los supercondensadores para que el almacenamiento de energía se extienda a toda la carrocería del superdeportivo.Ahí entra en juego el segundo laboratorio implicado en el diseño del Terzo Milennio. Pilotado por Anastasios John Hart, del departamento de ingeniería mecánica del MIT, este equipo trabajará sobre los materiales de fibra de carbono que se emplearán en la carrocería de este modelo. Lo que se espera en este punto es que esta actúe como acumulador y que, al tiempo, permita que todo el cuerpo del deportivo se convierta en un sistema de almacenamiento de energía.

