De unos años a esta parte hemos importado la costumbre nórdica de dejar más cable colgando de las lámparas de techo que hacíamos antes. Recuerdo que en mi primer viaje a Dinamarca, allá por el año 2000, fue una de las cosas que más me llamaron la atención de la decoración, la longitud del cable de las lámparas de colgar era tal, que sobre las mesas de comedor y de centro se acercaban mucho a estas. La costumbre ha llegado a nuestro país y ya no nos conformamos con una única lámpara de techo en el salón (que por cierto ilumina terriblemente la habitación), sino que allá donde lo creemos oportuno y necesitamos de luz directa colocamos una lámpara colgante (salón-mesa de centro y mesa de comedor).
Con la moda de enseñar más cable, llegaron las lámparas bombilla, que son tendencia ahora y ya las hay de todos los colores y formas, con cables también de plástico de colores o textiles. Veréis este tipo de lámparas en este apartamento en casi todas las habitaciones igual que las lámparas tipo flexo. ¿Os gusta esta nueva tendencia? ¡Feliz lunes!
Vía: planete-deco, bosthlm