A veces me pregunto si realmente merece la pena el esfuerzo que supone crear un objeto atractivo partiendo de materiales desechados. El ejemplo que es muestro es una prueba clara del duro trabajo necesario para transformar un montón de botellas de plástico en una lámpara tan atractiva.
Drop Lamp es un trabajo de Stuart Haygarth realizado para Design Miami 2007.
Vía Dezzen
LOS COMENTARIOS (1)
publicado el 07 agosto a las 19:33
el arte lo tenemos en nuestas manos y muchas ideas podemos plasmar con ellas hasta llevarnos a un mundo de imaginación y cratividad.