Landing pages bien optimizadas, largas y cortas, mostrando los elementos correctos, han demostrado ser rentables.
Las páginas de aterrizaje cortas con un formulario e información vital above the fold suelen ser exitosas.
Las landing pages largas permiten incluir más llamadas a la acción lo que aumenta las posibilidades de conversión.
Estas últimas se han convertido en tendencias, apoyadas por el hecho de que los usuarios buscan más detalles sobre la opciones que tienen, toman decisiones más informadas.
Un ejemplo se encuentra en la prueba A/B realizada por Highrise en la que se analizaron dos páginas de distinta longitud:
El resultado: 37.5% más conversiones utilizando la landing page más larga.
Lo recomendable en cada caso es hacer tus propias pruebas para ver como reaccionan los usuarios hacia los cambios que realizas en tus páginas.