Con este primer post de Lanzarotecomienzo hoy una pequeña serie sobre los rincones que no deben perderse si visitan mi pequeña isla. En este primer viaje, que he titulado Fuego y Sal, me iré al sur de Lanzarote donde se encuentran las Montañas del Fuego en el Parque Nacional de Timanfaya, el Charco de los Clicos y las Salinas de Janubio.
La primera parada de la ruta de Fuego y Sal la haremos en las Salinas de Janubio, considerada como la mayor de Canarias en producción artesana de sal. Me encanta contemplar como sus pequeños montículos de oro blanco brillan en medio de este singular campo marino. Unas salinas que han estado ligadas a la pesca y a las industrias de la salazón y conservas de pescado que en Lanzarote tuvieron su auge a comienzos del siglo pasado.
Les animo a probar la flor de sal que se elabora en Janubio considerada como un auténtico producto gourmet. Les dejo este enlace para que conozcan mejor el proceso de esta delicia gastronómica ( click )
"¿Saben que el el proceso de cristalización de la flor de sal se produce en la superficie del agua al amanecer?"
Dejamos atrás este jardín de sal para adentrarnos por una sinuosa carretera junto a la costa más salvaje de Lanzarote. Un tramo de mar que se vio invadido por la lava de las erupciones volcánicas que cambió la fisonomía de mi isla a partir del siglo XVIII.
Cuando el mar está embravecido es recomendable adentrarse entre los pasadizos de Los Hervideros, denominado así porque en ocasiones sientes que el mar hierve al contacto con las piedras de fuego que llegaban al oceáno tras ser expulsadas por los volcanes.
Para la siguiente parada les reto a cerrar los ojos cuando estén a punto de alcanzar el mirador del Charco de los Clicos. Abrirlos y encontrarte de frente con una laguna de agua marina cuyas microscópicas algas le han dado un espectacular color verde esmeralda es una experiencia fascinante.
Un charco que se ha formado en el cráter de lo que fue un volcán y que nos vuelve a revelar que lo que fue desolación y destrucción hace varios siglos para Lanzarote es ahora fuente de belleza paisajística.
"Pedro Almodóvar se inspiró en una pareja que contemplaba abrazada el Charco de Los Clicos para rodar Los Abrazos Rotos"
El Charco de Los Clicos se sitúa justo a la entrada del pequeño pueblo de El Golfo. Un enclave ideal para degustar algunos de los platos más típicos de Lanzarote dado que existe una variedad de restaurantes que dan al mar.
El pescado fresco (como la vieja que tiene una exquisita textura y sabor tras alimentarse en los fondos rocosos de la zona) y nuestras papas arrugadas con mojo son algunos de los manjares que no deben perderse.
Pero, sin lugar a duda, la visita estrella de Lanzarote es Las Montañas del Fuego en el Parque Nacional de Timanfaya. Aunque la he dejado para el final de la ruta, creo que bien podría ser la primera opción de este paseo de Fuego y Sal. En este enlace podrás encontrar información más detallada (CLICK).
Antes de acceder a Las Montañas del Fuego (hay que comprar entrada) puedes darte un pequeño paseo a lomos de un camello (en realidad son dromedarios) en un sendero habilitado dentro del Parque Nacional.
"En Lanzarote los camellos se utilizaron hasta no hace mucho para realizar las duras tareas del campo"
"Si en Lanzarote no se ve Timanfaya es como si se va a Roma y no se ve al Papa", aseguraba el premio Nobel de Literatura, José Saramago, que sentía una especial predilección por la paz que se respira junto a los volcanes de Timanfaya. Así que siempre que podía llevaba a sus invitados (entre ellos a Vargas Llosa) a recorrer este paraje de ensueño. Por cierto les animo a que vayan a su A Casa en Tías (CLICK) donde se puede visitar su Biblioteca, su vivienda y el famoso olivo que plantó en su jardín).
"Antes de entrar en el parque nacional de Timanfaya desde el pueblo de Yaiza te encuentras con este particular diablo que fue diseñado por el artista César Manrique"
Con estos pequeños retazos de Fuego y Sal he querido descubrirles una parte de mis imprescindibles de Lanzarote. Les prometo seguir mostrándoles en próximos capítulos los tesoros más preciados de mi isla.
Nota: Este post no hubiese sido posible sin la estimable ayuda del periodista Domingo Rivero al que le agradezco estas impresionantes fotos.
Besos