Las Islas Canarias son están consideradas como un verdadero paraíso, y entre ellas no cabe duda de que Lanzarote cuenta con un encanto especial, ya que sus paisajes son bastante distintos a los de otras islas vecinas. La mayoría de los cruceros que recorren las Islas Canarias hacen un especial hincapié en Lanzarote, por lo que te aconsejamos que si participas en uno de ellos reserves al menos un par de días para visitar este verdadero paraíso.
El grueso de la oferta hotelera de Lanzarote se centra en Arrecife, su capital, en la que encontrarás todas las comodidades necesarias, que contrastan con la naturaleza en su estado más puro que encontrarás en el resto de la isla.
Esta naturaleza se expone sobre todo en el Parque de Timanfaya, un llamativo paisaje volcánico que incluye 25 volcanes. Uno de los enclaves más bellos de este parque es Los Jameos del Agua, un precioso lago natural formado en el interior de un volcán.
Un viaje a Lanzarote invita a realizar actividades diferentes. Una buena forma de visitar el Parque del Timanfaya es un paseo en camello. Y nada mejor que adentrarse en las aguas de Arrecife en el interior de un submarino, te sorprenderá la gran cantidad de especies marinas que pueblan la costa de esta isla.
Y antes de marcharte continuar con tu crucero, no dejes de visitar la Isla de La Graciosa, la más pequeña de las Islas Canarias pobladas, a escasa distancia de Lanzarote, un entrañable y recóndito lugar que refleja perfectamente la esencia volcánica del archipiélago.