La cuarta isla en superficie del archipiélago canario es el territorio donde se aprecia una mayor influencia de la actividad volcánica que dio origen a este magnífico conjunto de islas. Catalogada como reserva de la Biosfera desde 1993 por la Unesco, la frenética actividad que llevó a cabo el artista Cesar Manrique moldeó un paisaje en el que la arquitectura está plenamente integrada con la naturaleza. Los majos, pueblo norteafricano de origen bereber, poblaron este territorio desde el año 500 a.c. hasta el siglo XV en que fue conquistado por las tropas enviadas por el rey Enrique III de Castilla, pasando a ser un señorío feudal, época en la que sufrió un constante asedio por la piratería dado su aislamiento y longitud de sus costas.
José Ángel Macho Barragués. Ingeniero Agrónomo.