Lapicero muy divertido con una botella de champú

En esta ocasión, nos hemos dedicado a hacer unos lapicero casero aprovechando una botella de champú vacía. Usando un poco la creatividad, lo hemos personalizado como si de un monstruo se tratara. Hemos utilizado muy pocos materiales para su confección, aunque cada cual lo puede decorar a su gusto. Además, hemos añadido algo que nos ha parecido muy útil por su practicidad, que es poderlo colocar pegado a la pared. Eso si, si decidimos en un futuro volverlo a descolgar, lo podremos quitar con mucha facilidad y sin entropear la pared gracias a las cintas adhesivas de doble cara. Allá vamos con nuestra siguiente “creación”.

Materiales necesarios para nuestro lapicero casero

– Una botella de champú vacía (o varias para hacer los detalles).
– Cartulinas, tiras adhesivas o cualquier lámina para hacer los ojos y la boca.
– Pegamento instantáneo o superglue.
– Cinta adhesiva de doble cara.
– Unas tijeras y un cutter o estilete.

1 – Para empezar a hacer nuestro lapicero casero, cogemos la botella de champú vacía y recortamos la silueta (a nuestro gusto) de la parte superior. Lo que me ha resultado más fácil es hacer una preforma con el cutter y, después, recortar con las tijeras para un mejor acabado.

2 – Ahora, con el resto del corte de la botella o con otra botella que tengamos, realizamos los detalles de nuestro lapicero (piernas, brazos, sombreros, etc.). Creatividad al poder.

3 – Pegamos los detalles (en nuestro caso, los brazos) con pegamento instantáneo.

4 – Para caricaturizar nuestro lapicero, le pegamos con cinta adhesiva o cartulina la boca, la nariz y los ojos. Auí entra, de nuevo, la creatividad y gustos de cada uno.

5 – Ahora para terminar, le colocamos la cinta adhesiva de doble cara para poder colgarlo a la pared (si se desea).

Y ya tenemos listo nuestro portalápices a través de una botella de champú vacía en el que los niños podrán tener guardado y ordenado todos sus lapiceros y colores de una manera divertida y creativa. Se puede dejar a gusto de cada niño incorporándole detalles e, incluso, pintar todo el bote si el color no es el deseado. ¿No es sencillo y, a la vez, super práctico?

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