Los hechos ocurridos en Yamatai le pasarán factura a Lara.
Hace unos meses, Brian Horton —director de Rise of the Tomb Raider—, afirmó en una entrevista que Lara Croft no sufriría estrés postraumático en el nuevo título de la franquicia. Ahora, él y Noah Hughes —director creativo del juego—, confirman que, finalmente, la aventurera sí tendrá secuelas. Las declaraciones han sido reveladas en una entrevista con el portal informativo GameSpot.
“Cuando pensamos en todo lo que ha vivido Lara”, comenzaba explicando Horton, “vemos que ha sufrido momentos traumáticos; ha visto a sus amigos morir y ha salido de situaciones que cambiaron su propio ser para siempre. Eso tiene, obviamente, un efecto negativo sobre el estado mental y la psique de Lara. La idea de ver a Lara Croft en una consulta médica era una manera de expresar que así es, ella ha vivido y pasado por cosas terribles, y lo más seguro es que esté afectada por ellas. Pero ese doctor no ayuda necesariamente a lidiar con esos problemas. De alguna forma, ese especialista ayuda a Lara porque la gente no la termina de creer, y piensan que está alucinando o contando historias inventadas sobre sus experiencias en Yamatai”.
“Mucho de eso tiene que ver con la inquietud, puede atribuirse a la tensión derivada de los acontecimientos, pero es más por el hecho de que se cuestione la veracidad de sus palabras. Hay una contraposición entre lo que la gente piensa de Lara y lo que ella sabe que es cierto, y al estar en desacuerdo entre sí, la terapia tradicional no es lo que Lara necesita. Lo que le hace falta es una manera de calmar el dolor que ha sufrido y el instinto compulsivo de descubrir más sobre las cosas que vio en Yamatai”, concluía Horton.
Por su parte, Noah Hughes aportó también otro dato acerca de los traumas psicológicos de Lara Croft en Rise of the Tomb Raider: “Yo dividiría su personalidad en dos partes. Al volver de Yamatai, hay un sentimiento que le hace pensar en cómo puede volver, después de todo lo que ha pasado, no sólo por el trauma físico, sino por vislumbrar algo que no se puede explicar de ninguna forma, algo que podría cambiar el mundo. ¿Cómo puede volver a realizar un trabajo normal? Incluso si intenta apagar ese sentimiento, hay una pequeña parte de ella que le dice: “Pero… ¿Y si todo esto es real? ¡Piensa en lo diferente que sería!”. Hay una carga del destino que no se puede eliminar, no importa cuál sea”.