Trabajar por la paz: Asumiendo que es una labor interior y exterior que exige autoconocimiento e interrelación con los demás .
Cultivar el amor: Hace que la gente se sienta segura y poderosa, sana en el cuerpo y aniquila el miedo a la muerte, es la fuerza más poderosa que existe a nuestra disposición.
Fomentar las relaciones con los demás: Nos servirán de espejo de lo que nos gusta y de lo que nos irrita de nosotros mismo y nos ayudarán a sentir mejor.
Satisfacer el éxito material: Tenemos necesidades que cubrir y muchas son materiales. La cuestión es que ese éxito no atente contra nuestra realización como persona, contra el resto de facetas de nuestra vida o contra el bienestar colectivo.
Procurar la armonía de nuestro entorno: el cultivo de la paz empieza en nuestro entorno más inmediato, en la familia, en el trabajo, en la pareja.
Respetar nuestro cuerpo: Tenemos que empezar a considerarlo como lo que es: un campo de energía, consciencia e inteligencia.
No descuidar los aspectos físicos: El descanso, la buena alimentación, el ejercicio, la meditación, el silencio
Fomentar los aliados psíquicos: Rodearnos de amor, saber perdonar, no darle vueltas a lo inevitable o a lo doloroso, crecer como persona, ayudar a los demás, ser independiente, descubrir un sentido amplio de uno mismo y cultivar la fe, la armonía, la ternura, la generosidad y la introspección.
Rechazar la violencia: Ésta no sólo es moralmente reprochable: significa que no hemos sido creativos a la hora de buscar soluciones a nuestros problemas.
No juzgar, ni juzgarnos.
No buscar la felicidad: Cuanto más la persigamos, más lejos la veremos. Sólo hemos de hacer lo debamos el bienestar personal invadirá nuestra vida.
Fuente: D. Chopra, Las claves de Deepak Chopra para vivir con sentido, “Psicología Práctica”, Editorial Globus, España.