Ilustración: Markel Urrutia (Smoke Signals Studio)
Nos encanta ir a conciertos. Si no ¿Por qué iba a existir este blog?
Cada concierto es una historia diferente. Aún así, no deja de ser un ritual y siempre hay ciertas cosas que se repiten. Algunas de ellas nos encantan, aborrecemos muchas otras. Es por eso que, basándonos en nuestra propia experiencia y en los comentarios que nos dejasteis hace un tiempo en Facebook y Twitter, hemos elaborado un ránking con las cosas más odiosas que te pueden pasar en un concierto. Si creéis que nos hemos olvidado de algo importante, no os cortéis en escribirlo en los comentarios, que para algo están.
1. Los bises preparados.
Nos referimos a aquellos que están apuntados en el setlist y que, aunque al acabar el concierto nadie pida más, la banda hará el paripé igualmente. Lo mismo pasa con las salas que son tan pequeñas que eso de bajar del escenario y volver a subir queda ciertamente ridículo.
2. En los conciertos de música clasica, esas pausas que despiertan el apocalipsis zombie dentro de la sala en forma de toses.
O cuando en el fragmento más delicado, una abuelita necesita urgentemente abrir un caramelo.
3. Cuando el cantante intenta decir cosas en castellano o en catalán.
Ojo, de entrada esto es muy loable. Lo malo es cuando acaba diciendo “paella, sangría” o recurriendo a hacer algún comentario poco afortunado sobre política o fútbol.
4. Los que no se callan y hablan sobre una banda en el concierto de esa banda.
¿Qué sentido tiene dejar de escuchar un concierto para hablar de ese género o de esa banda? Hay mejores momentos para hacer alarde de tu sabiduría…
5. Los que se pasan TODO el concierto haciendo fotos, vídeos y actualizando las redes sociales.
Os maldigo. A todos.
Ilustración: Markel Urrutia (Smoke Signals Studio)
6. Los que avanzan a toda costa hacia las primeras filas.
Usan la fuerza de su cuerpo sin pedir paso ni, mucho menos, disculparse.
7. Los que durante el concierto te cantan al oído o te miran alzando las cejas como diciendo “hey, ésta me la sé”.
Tenemos nombres y apellidos para este tipo de espécimen, pero vamos a ser diplomáticos. Sólo te pedimos que nos dejes disfrutar del concierto. Nos importan bien poco tus conocimientos musicales y aún menos tus dotes vocales.
8. Los camareros que se quedan saludando a sus amigos y no te sirven una cerveza en la vida.
Frustración basada en una historia real.
9. Los que les gusta demasiado ser el centro de atención.
Le hablan al músico como si fuera su amigo, responden a todos los comentarios que hagan desde el escenario, gritan las mismas bromas una y otra vez… Son fáciles de identificar.
10. Los que se quitan la camiseta en momentos de calor extremo.
Porque en Cabeza de Gallo abogamos por un mundo en el que el rock y la higiene vayan de la mano.