Revista Comunicación

Las 10 estrategias de manipulación mediática

Publicado el 22 noviembre 2010 por Miguel @MiguelJaraBlog

Anoche el programa de La Sexta “Salvados” realizó un ejercicio informativo muy digno a la par que divertido. El equipo de Jordi Évole decidió dedicar su espacio a rememorar un año después la pandemia de gripe A que nunca existió. Por este orden me entrevistaron a mí, al médico y colaborador de este blog Juan Gérvas y a la periodista de Informativos La Sexta Mamen Mendizábal. El tono entretenido del programa no empañó el contenido directo y claro de las entrevistas en profundidad. Tuvo mérito que un medio de comunicación de gran difusión hiciera este trabajo que no han realizado apenas los demás. En cuanto tengamos la grabación de esta emisión la publicaremos en estas páginas.Las 10 estrategias de manipulación mediática

Viene pues a colación que el lingüista Noam Chomsky haya publicado estos días una lista de “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios de comunicación. Évole no tuvo reparo incluso de hacer duros reproches a Mendizábal, con razón, sobre el papel de la prensa en la expansión del marketing del miedo durante la inexistente pandemia. La deriva que han tomado en general muchos grandes medios de comunicación se explica así según Chomsky:

1. La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. Mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el ordenante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá a mejor mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discursos, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional y el sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

Las 10 estrategias de manipulación mediática

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de modo que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto.

9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución.

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.


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LOS COMENTARIOS (1)

Por  Sariaarel
publicado el 21 marzo a las 15:42
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Estoy totalmente de acuerdo con este gran pensador, sin duda la estrategia de los Medios de Comunicación (manipulación), no han hecho otra cosa que refinar sus tácticas para promover la sumisión autoasumida por la ciudadanía, y la ignorancia y estupidez de ésta, para que su control y encauzamiento sean mucho más sencillos, si no ¿como de otra manera se puede explicar la expansión de la pijotería y esnobismo?, la explicación es tan obvia y evidente que asusta por lo efectiva que les ha resultado a las élites guiar a las masas, así la manipulación y desinformación van de la mano para garantizarse una masa borreguil y dócil, la promoción de lo superfluo y superficial, en contraposición de lo esencial y profundo (aquí la propaganda y publicidad juegan un papel fundamental), nos da una población sin ninguna conciencia de su estatus real o clase, y que sólo se preocupa en estar a la última moda y de consumir desaforada y frenéticamente para quedar reducidos a su rol de meros consumidores en el engranaje del sistema. Lo del voto mayoritario a fuerzas antisociales de centro-derecha o de la mal llamada "social-democracia" son consecuencia de lo mismo. Un saludo.