Revista Cine
Las 10 mejores películas de 2014 según Nando Cruz
Publicado el 21 enero 2015 por Criticasen8mm @Criticasen8mm
2014 nos ha dejado y es hora de elaborar una lista que incluya lo que uno subjetivamente piensa que han sido los mejores estrenos cinematográficos que se han podido ver a lo largo del año en las salas de cine españolas. Personalmente, percibo que ha sido un año notable y de gran variedad temática, quizás no sobresaliente, pero afortunadamente hemos podido disfrutar de un buen puñado de películas que sin duda muchas de ellas permanecerán en la memoria colectiva de los cinéfilos (y no tan cinéfilos) que las han disfrutado. Antes de poner mis elecciones, quiero aclarar que ha sido especialmente duro dejar fuera películas como: All is lost, Oh Boy, Agosto, Guardianes de la galaxia, Inside Llevyn Davis, Mommy, Nebraska, Philomena, Dos días, una noche, Boyhood, Ida, Her, Amarás al prójimo, Las dos caras de enero o Diplomacia entre otras. Las considero grandes cintas cada una por distintos motivos pero la restrictiva consecuencia de hacer una lista de estas características te obliga a descartar muchas de ellas. Simplemente quería hacer una mención a esos títulos.
A continuación, dejaré los 10 títulos que más me han entusiasmado:
10. Perdida
David Fincher es actualmente una de las grandes figuras del cine americano, sus estrenos siempre son motivo de entusiasmo y de expectativas y si además la película en cuestión está basada en uno de los bestsellers más reconocidos de los últimos años, las ganas de verla se multiplican. No considero Perdida un thriller ni una película de género sino una sátira, una retorcida y cruel sátira sobre el concepto del matrimonio y como la vida de una persona está sujeta a la opinión de la del resto. Eso es lo verdaderamente escalofriante de la película, el poder de la opinión pública de encumbrar o destrozar la vida de un ser humano a su antojo. Últimamente, las películas de este meticuloso y perfeccionista cineasta han sido contadas por grandes papeles femeninos: Cate Blanchett en El curioso caso de Benjamin Button, Rooney Mara como la icónica Lisbeth Salander en el remake americano de la primera parte de la saga sueca Millennium y por último Rosamund Pike como la aparentemente frágil y enamoradiza Amy en la película que ahora nos atañe. Si a esto le añadimos los futuros proyectos con Gillian Flynn, escritora y guionista de Perdida, podemos afirmar que ha encontrado en el sexo femenino un poderoso aliado que no debería dejar de escapar a la hora de contar sus historias.
9. Upstream Color
Hay películas que son extremadamente difíciles de comprender, no por ello dejan de ser interesantes pero si bien es verdad que pueden llegar a ser frustrantes si no entiendes una buena porción de la historia que te deje algo satisfecho. Esta película es muy curiosa, sus imágenes son poderosas, no llegué a entender del todo lo que la historia me estaba contando, así que me dejé llevar por su fuerza visual y la acabé entendiendo a mi manera, puede que no sea la manera inicial de su creador, pero ahí reside su valor y en el hecho de que cada uno pueda interpretarla a su manera. Como curiosidad su director es también el guionista, productor, protagonista, montador, director de fotografía y compositor de la banda sonora y en cada una de esas facetas demuestra talento, especialmente al comprobar lo bien dirigida y montada que está. No hay duda de que Shane Carruth es un hombre que solo se fía de una persona; él mismo y cuando el resultado es una película como esta uno lo entiende perfectamente.
8. Winter Sleep (Sueño de invierno)
El cineasta turco Nuri Bilge Ceylan ya tenía un nombre de prestigio en la industria del cine europeo con títulos como: Lejano, Tres monos o Érase una vez en Anatolia, pero había la sensación de que faltaba una obra en su filmografía que pudiera considerarse como una masterpiece. Es muy posible que Winter Sleep sea esa película, y es que la última ganadora de la Palma de Oro puede que no tenga la unanimidad absoluta que tuvieron sus tres antecesoras (El árbol de la vida, Amour y La vida de Adele), pero una vez que ves la película tienes la sensación de que el premio gordo de Cannes no le viene grande. Lo que más admiro de este director es su maravillosa habilidad a la hora de crear contrastes entre los hermosos planos exteriores y sus angustiosos planos interiores jugando constantemente con la idea de que el ser humano nunca ha sido libre y que está atado a circunstancias que escapan a su control. Hay que reconocer que su duración asusta un poco (dura 3 horas y cuarto) pero realmente cuando la vi en ningún momento se me hizo pesada a pesar de ser una película que tiene un ritmo pausado, pero ese es su gran acierto, el dejarla reposar para que el conjunto no quede ni desafinado ni acelerado. Un gran estudio de personajes y una película más que recomendable.
7. El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos
No es ningún secreto que como mucha gente soy un fan acérrimo de la trilogía de El señor de los anillos y creo que le debemos mucho al señor Peter Jackson por haber llevado a buen puerto la mastodóntica tarea que supone enfrentarse al reto de adaptar al famoso escritor inglés J.R.R. Tolkien. Respecto a esta nueva trilogía centrada en las aventuras del hobbit Bilbo Bolsón he podido comprobar como un gran sector del público no salía del todo satisfecho con sus adaptaciones cinematográficas ya que la compraban constantemente con la anterior y unánimemente reconocida trilogía, en general la crítica que más he podido escuchar tiene que ver con el tono, es decir, de que parecía una obra demasiado infantil y por lo tanto inferior y es que mucha gente desconoce que eso es precisamente El Hobbit, una trilogía que se basa en un libro que Tolkien escribió para sus hijos antes de ponerse mucho más serio y oscuro con El señor de los anillos. Puedo aceptar las críticas que sostienen que dividir la película en tres partes pueda parecer desmedido, pero yo las disfruté tanto que poco me importó. Puede que en conjunto no sea una película perfecta pero contiene grandes momentos de cine, como son todas las escenas del dragón Smaug, un verdadero prodigio de imaginación y técnica que nos recuerda lo que el cine es capaz de ofrecernos para contarnos grandes historias de aventuras.
6. Locke
Seré breve, dos palabras: Tom Hardy. El actor inglés me parece uno de los descubrimientos más relevantes en el mundo de la actuación de los últimos años. Y en esta película se enfrenta a todo un reto como es el de ser el único actor que sale físicamente en toda la película, él es quien lleva toda la película sobre sus hombros y lo hace sorprendentemente bien demostrando una versatilidad interpretativa digna de admirar y reivindicar como se merece. Lockees un viaje, una road movie solitaria en medio de la noche en la que un personaje se enfrenta a diferentes situaciones intentando conducir su vida, un planteamiento sencillo que podía haber sido un desastre y un auténtico coñazo, pero su director y guionista Steven Knight consigue dar con el tono adecuado y elevar la película. Gracias, repito de nuevo, a esa bestia parda llamada Tom Hardy.
5. La venus de las pieles
Roman Polanski ya había demostrado con su anterior película, la estupenda Un dios salvaje, que las adaptaciones teatrales las maneja con soltura y que el reducido grupo de actores, cuatro en ese caso, no es un problema para una película. Con La venus de las pieles riza más el rizo y reduce el número de actores a la mitad, o sea que aquí tenemos solo a dos. La cinta nos lleva hasta un pequeño teatro parisino donde un director teatral está desesperado por encontrar a la protagonista femenina de su nueva obra. A última hora llega Vanda, una mujer todoterreno aparentemente vulgar pero que se sabe el texto de memoria y parece perfecta para el papel, ella encandila y desespera al director a partes iguales, no la soporta pero sabe que ha quedado prendado de ella al ver cómo recita su adaptación. Constantemente la lucha de sexos se difumina entre realidad y ficción. Lo interesante de esta película, aparte del duelo actoral que se marcan los dos protagonistas, es la intención de Polanski no solo de homenajear el papel de la adaptación, ya sea fílmica o teátrica, sino la de homenajearse a sí mismo. No solo por el hecho de que el actor guarde un aspecto físico realmente parecido con el Polanski de hace unos años, sino también para mostrarnos las emociones que sufren los integrantes de un mundo tan loco como es el del arte de la representación.
4. Boy Eating the Bird´s Food
Hay que reconocer que el título es llamativo, literalmente significa “El chico que come comida de pájaros”, pero una vez que se ve la película uno piensa que no puede ser más acertado. Esta cinta es un claro ejemplo de lo difícil que tienen algunas películas el llegar a estrenarse, ya que se trata de una producción griega del 2012 elegida por su país en su día para representarla en los premios Oscar. Un chico joven se encuentra al borde de una situación desesperada: vive solo en un apartamento reducido, sin apenas comida e ingresos económicos y con la única compañía de un pájaro enjaulado que vive con él y que le recuerda constantemente que ambos comparten la misma libertad. Sin apenas diálogos y rodada con claras muestras de la técnica que utilizaba en su día el prácticamente desaparecido movimiento Dogma, esta película es una patada en el estómago que pone de relieve la penosa situación a la que se están enfrentando actualmente algunas personas en el país heleno y confirma la buena racha que está teniendo el llamado “Nuevo cine griego” impulsado en el 2009 con la brutal Canino. A destacar, la enorme atracción que me provocaba su protagonista, había algo en ese chico que hacía que no podía dejar de mirarle aunque eso supusiera pasarlo francamente mal con lo que me mostraba. Aprecio mucho esta película pero reconozco que me costaría volver a verla en un futuro cercano.
3. El desconocido del lago
Es verano y en un lago al sureste de Francia se reúnen varios hombres para tener algo de paz y de paso si se da la ocasión tener relaciones sexuales esporádicas al margen de la civilización. Aparentemente parece una película sencilla, pero se crece a medida que evoluciona y se convierte en un thriller erótico donde la relación de sexo y muerte se manifiesta de forma constante. Es increíble como su director juega y aprovecha la naturaleza para explicar las emociones que sufren los protagonistas, algo huele a podrido en ese paisaje tan idílico, pero poco parece importarle a sus integrantes, ya que prefieren correr el riesgo si eso les hace sentirse vivos. Calificada por la prestigiosa revista cinematográfica Cahiers dú Cinéma como la mejor producción del año, esta película haría sentirse orgulloso a Alfred Hitchcock ya que en todo momento parece sentirse la presencia del maestro del suspense.
2. Enemy
Que Jake Gyllenhaal esté en el mejor momento de su carrera responde a varios factores, pero el principal de ellos es su reivindicativa decisión de embarcarse en los últimos años en proyectos arriesgados y atípicos con un marcado tono adulto y oscuro que no todo el mundo estaría dispuesto a aceptar y es que todo parece indicar que el mítico vaquero de Brokeback Mountain ha dejado atrás su etapa más comercial con títulos tan vacíos e imprescindibles como Prince of Persia. Películas como Prisioneros, Enemy o la inminente Nightcrawler, la cual pude comprobar en la Madrid Premiere Week lo fantástica que es, dan buena fe de ello. Enemy tenía muchas posibilidades de gustarme ya que la vi en una situación muy apropiada: me tocó el pase para un preestreno, la vi en una gran pantalla, por supuesto en versión original y con la presencia en persona de Jake Gyllenhaal cuando vino a presentarla a Madrid, donde además pude comprobar el perfectamente entendible y bonito inglés que habla (aprende Matthew McConaughey), pero más allá de esos datos circunstanciales lo cierto es que es una gran película que te atrapa en todo momento, te mete de lleno en una pesadilla donde a través de sus cuidados planos y amarillenta fotografía podemos observar cómo quedamos atrapados en su perversa tela de araña. No pude salir más contento. Denis Villeneuve se ganó mis respetos ese día.
1. El lobo de Wall Street
Ha llegado la hora de mencionar a la joya de la corona y no es otra que la quinta y prolífica colaboración entre Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio. Hablar de ellos es un valor seguro, porque si juntas a uno de los mejores directores de la historia del cine con el mejor actor de su generación (y dueño de la mejor filmografía del Hollywood actual) el resultado solo puede ser bueno. Sobre todo si está acompañado por secundarios de lujo, un guión endiabladamente bueno, un montaje frenético a cargo de su fiel montadora Thelma Schoonmaker y, en especial, una historia buena pero lamentablemente más actual de lo que muchos querríamos. El personaje de Jordan Belfort ya es un clásico y la culpa la tiene un DiCaprio absolutamente desatado componiendo un personaje detestable y amoral y entregado cien por cien a la película. Un nuevo modelo de avaricia, perversión y falta de escrúpulos que ha sido educado (y bendecido) por una sociedad enferma cuyo único objetivo es seguir acumulando dinero, aunque eso signifique pasar por encima de muchas personas únicamente para saciar su gula bursátil. Dirigida por un maestro, en ningún momento trata de educar tus valores, simplemente te muestra un tipo de persona que está ávida de sexo, mujeres, drogas y fiestas, poder o dinero y todo eso lo observamos con toques maliciosos de humor negro, pero perfectamente encajados. Porque en esta película uno se ríe bastante aunque lo que veamos no tenga ni un ápice de gracia. Dura tres horas, pero tienes la sensación de que dura 15 minutos. Sin duda alguna, estamos ante un nuevo clásico americano, una verdadera joya que merece ser catalogada como el mejor estreno en España del 2014.
A continuación, dejaré los 10 títulos que más me han entusiasmado:
10. Perdida
David Fincher es actualmente una de las grandes figuras del cine americano, sus estrenos siempre son motivo de entusiasmo y de expectativas y si además la película en cuestión está basada en uno de los bestsellers más reconocidos de los últimos años, las ganas de verla se multiplican. No considero Perdida un thriller ni una película de género sino una sátira, una retorcida y cruel sátira sobre el concepto del matrimonio y como la vida de una persona está sujeta a la opinión de la del resto. Eso es lo verdaderamente escalofriante de la película, el poder de la opinión pública de encumbrar o destrozar la vida de un ser humano a su antojo. Últimamente, las películas de este meticuloso y perfeccionista cineasta han sido contadas por grandes papeles femeninos: Cate Blanchett en El curioso caso de Benjamin Button, Rooney Mara como la icónica Lisbeth Salander en el remake americano de la primera parte de la saga sueca Millennium y por último Rosamund Pike como la aparentemente frágil y enamoradiza Amy en la película que ahora nos atañe. Si a esto le añadimos los futuros proyectos con Gillian Flynn, escritora y guionista de Perdida, podemos afirmar que ha encontrado en el sexo femenino un poderoso aliado que no debería dejar de escapar a la hora de contar sus historias.
9. Upstream Color
Hay películas que son extremadamente difíciles de comprender, no por ello dejan de ser interesantes pero si bien es verdad que pueden llegar a ser frustrantes si no entiendes una buena porción de la historia que te deje algo satisfecho. Esta película es muy curiosa, sus imágenes son poderosas, no llegué a entender del todo lo que la historia me estaba contando, así que me dejé llevar por su fuerza visual y la acabé entendiendo a mi manera, puede que no sea la manera inicial de su creador, pero ahí reside su valor y en el hecho de que cada uno pueda interpretarla a su manera. Como curiosidad su director es también el guionista, productor, protagonista, montador, director de fotografía y compositor de la banda sonora y en cada una de esas facetas demuestra talento, especialmente al comprobar lo bien dirigida y montada que está. No hay duda de que Shane Carruth es un hombre que solo se fía de una persona; él mismo y cuando el resultado es una película como esta uno lo entiende perfectamente.
8. Winter Sleep (Sueño de invierno)
El cineasta turco Nuri Bilge Ceylan ya tenía un nombre de prestigio en la industria del cine europeo con títulos como: Lejano, Tres monos o Érase una vez en Anatolia, pero había la sensación de que faltaba una obra en su filmografía que pudiera considerarse como una masterpiece. Es muy posible que Winter Sleep sea esa película, y es que la última ganadora de la Palma de Oro puede que no tenga la unanimidad absoluta que tuvieron sus tres antecesoras (El árbol de la vida, Amour y La vida de Adele), pero una vez que ves la película tienes la sensación de que el premio gordo de Cannes no le viene grande. Lo que más admiro de este director es su maravillosa habilidad a la hora de crear contrastes entre los hermosos planos exteriores y sus angustiosos planos interiores jugando constantemente con la idea de que el ser humano nunca ha sido libre y que está atado a circunstancias que escapan a su control. Hay que reconocer que su duración asusta un poco (dura 3 horas y cuarto) pero realmente cuando la vi en ningún momento se me hizo pesada a pesar de ser una película que tiene un ritmo pausado, pero ese es su gran acierto, el dejarla reposar para que el conjunto no quede ni desafinado ni acelerado. Un gran estudio de personajes y una película más que recomendable.
7. El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos
No es ningún secreto que como mucha gente soy un fan acérrimo de la trilogía de El señor de los anillos y creo que le debemos mucho al señor Peter Jackson por haber llevado a buen puerto la mastodóntica tarea que supone enfrentarse al reto de adaptar al famoso escritor inglés J.R.R. Tolkien. Respecto a esta nueva trilogía centrada en las aventuras del hobbit Bilbo Bolsón he podido comprobar como un gran sector del público no salía del todo satisfecho con sus adaptaciones cinematográficas ya que la compraban constantemente con la anterior y unánimemente reconocida trilogía, en general la crítica que más he podido escuchar tiene que ver con el tono, es decir, de que parecía una obra demasiado infantil y por lo tanto inferior y es que mucha gente desconoce que eso es precisamente El Hobbit, una trilogía que se basa en un libro que Tolkien escribió para sus hijos antes de ponerse mucho más serio y oscuro con El señor de los anillos. Puedo aceptar las críticas que sostienen que dividir la película en tres partes pueda parecer desmedido, pero yo las disfruté tanto que poco me importó. Puede que en conjunto no sea una película perfecta pero contiene grandes momentos de cine, como son todas las escenas del dragón Smaug, un verdadero prodigio de imaginación y técnica que nos recuerda lo que el cine es capaz de ofrecernos para contarnos grandes historias de aventuras.
6. Locke
Seré breve, dos palabras: Tom Hardy. El actor inglés me parece uno de los descubrimientos más relevantes en el mundo de la actuación de los últimos años. Y en esta película se enfrenta a todo un reto como es el de ser el único actor que sale físicamente en toda la película, él es quien lleva toda la película sobre sus hombros y lo hace sorprendentemente bien demostrando una versatilidad interpretativa digna de admirar y reivindicar como se merece. Lockees un viaje, una road movie solitaria en medio de la noche en la que un personaje se enfrenta a diferentes situaciones intentando conducir su vida, un planteamiento sencillo que podía haber sido un desastre y un auténtico coñazo, pero su director y guionista Steven Knight consigue dar con el tono adecuado y elevar la película. Gracias, repito de nuevo, a esa bestia parda llamada Tom Hardy.
5. La venus de las pieles
Roman Polanski ya había demostrado con su anterior película, la estupenda Un dios salvaje, que las adaptaciones teatrales las maneja con soltura y que el reducido grupo de actores, cuatro en ese caso, no es un problema para una película. Con La venus de las pieles riza más el rizo y reduce el número de actores a la mitad, o sea que aquí tenemos solo a dos. La cinta nos lleva hasta un pequeño teatro parisino donde un director teatral está desesperado por encontrar a la protagonista femenina de su nueva obra. A última hora llega Vanda, una mujer todoterreno aparentemente vulgar pero que se sabe el texto de memoria y parece perfecta para el papel, ella encandila y desespera al director a partes iguales, no la soporta pero sabe que ha quedado prendado de ella al ver cómo recita su adaptación. Constantemente la lucha de sexos se difumina entre realidad y ficción. Lo interesante de esta película, aparte del duelo actoral que se marcan los dos protagonistas, es la intención de Polanski no solo de homenajear el papel de la adaptación, ya sea fílmica o teátrica, sino la de homenajearse a sí mismo. No solo por el hecho de que el actor guarde un aspecto físico realmente parecido con el Polanski de hace unos años, sino también para mostrarnos las emociones que sufren los integrantes de un mundo tan loco como es el del arte de la representación.
4. Boy Eating the Bird´s Food
Hay que reconocer que el título es llamativo, literalmente significa “El chico que come comida de pájaros”, pero una vez que se ve la película uno piensa que no puede ser más acertado. Esta cinta es un claro ejemplo de lo difícil que tienen algunas películas el llegar a estrenarse, ya que se trata de una producción griega del 2012 elegida por su país en su día para representarla en los premios Oscar. Un chico joven se encuentra al borde de una situación desesperada: vive solo en un apartamento reducido, sin apenas comida e ingresos económicos y con la única compañía de un pájaro enjaulado que vive con él y que le recuerda constantemente que ambos comparten la misma libertad. Sin apenas diálogos y rodada con claras muestras de la técnica que utilizaba en su día el prácticamente desaparecido movimiento Dogma, esta película es una patada en el estómago que pone de relieve la penosa situación a la que se están enfrentando actualmente algunas personas en el país heleno y confirma la buena racha que está teniendo el llamado “Nuevo cine griego” impulsado en el 2009 con la brutal Canino. A destacar, la enorme atracción que me provocaba su protagonista, había algo en ese chico que hacía que no podía dejar de mirarle aunque eso supusiera pasarlo francamente mal con lo que me mostraba. Aprecio mucho esta película pero reconozco que me costaría volver a verla en un futuro cercano.
3. El desconocido del lago
Es verano y en un lago al sureste de Francia se reúnen varios hombres para tener algo de paz y de paso si se da la ocasión tener relaciones sexuales esporádicas al margen de la civilización. Aparentemente parece una película sencilla, pero se crece a medida que evoluciona y se convierte en un thriller erótico donde la relación de sexo y muerte se manifiesta de forma constante. Es increíble como su director juega y aprovecha la naturaleza para explicar las emociones que sufren los protagonistas, algo huele a podrido en ese paisaje tan idílico, pero poco parece importarle a sus integrantes, ya que prefieren correr el riesgo si eso les hace sentirse vivos. Calificada por la prestigiosa revista cinematográfica Cahiers dú Cinéma como la mejor producción del año, esta película haría sentirse orgulloso a Alfred Hitchcock ya que en todo momento parece sentirse la presencia del maestro del suspense.
2. Enemy
Que Jake Gyllenhaal esté en el mejor momento de su carrera responde a varios factores, pero el principal de ellos es su reivindicativa decisión de embarcarse en los últimos años en proyectos arriesgados y atípicos con un marcado tono adulto y oscuro que no todo el mundo estaría dispuesto a aceptar y es que todo parece indicar que el mítico vaquero de Brokeback Mountain ha dejado atrás su etapa más comercial con títulos tan vacíos e imprescindibles como Prince of Persia. Películas como Prisioneros, Enemy o la inminente Nightcrawler, la cual pude comprobar en la Madrid Premiere Week lo fantástica que es, dan buena fe de ello. Enemy tenía muchas posibilidades de gustarme ya que la vi en una situación muy apropiada: me tocó el pase para un preestreno, la vi en una gran pantalla, por supuesto en versión original y con la presencia en persona de Jake Gyllenhaal cuando vino a presentarla a Madrid, donde además pude comprobar el perfectamente entendible y bonito inglés que habla (aprende Matthew McConaughey), pero más allá de esos datos circunstanciales lo cierto es que es una gran película que te atrapa en todo momento, te mete de lleno en una pesadilla donde a través de sus cuidados planos y amarillenta fotografía podemos observar cómo quedamos atrapados en su perversa tela de araña. No pude salir más contento. Denis Villeneuve se ganó mis respetos ese día.
1. El lobo de Wall Street
Ha llegado la hora de mencionar a la joya de la corona y no es otra que la quinta y prolífica colaboración entre Martin Scorsese y Leonardo DiCaprio. Hablar de ellos es un valor seguro, porque si juntas a uno de los mejores directores de la historia del cine con el mejor actor de su generación (y dueño de la mejor filmografía del Hollywood actual) el resultado solo puede ser bueno. Sobre todo si está acompañado por secundarios de lujo, un guión endiabladamente bueno, un montaje frenético a cargo de su fiel montadora Thelma Schoonmaker y, en especial, una historia buena pero lamentablemente más actual de lo que muchos querríamos. El personaje de Jordan Belfort ya es un clásico y la culpa la tiene un DiCaprio absolutamente desatado componiendo un personaje detestable y amoral y entregado cien por cien a la película. Un nuevo modelo de avaricia, perversión y falta de escrúpulos que ha sido educado (y bendecido) por una sociedad enferma cuyo único objetivo es seguir acumulando dinero, aunque eso signifique pasar por encima de muchas personas únicamente para saciar su gula bursátil. Dirigida por un maestro, en ningún momento trata de educar tus valores, simplemente te muestra un tipo de persona que está ávida de sexo, mujeres, drogas y fiestas, poder o dinero y todo eso lo observamos con toques maliciosos de humor negro, pero perfectamente encajados. Porque en esta película uno se ríe bastante aunque lo que veamos no tenga ni un ápice de gracia. Dura tres horas, pero tienes la sensación de que dura 15 minutos. Sin duda alguna, estamos ante un nuevo clásico americano, una verdadera joya que merece ser catalogada como el mejor estreno en España del 2014.