En internet sólo ligan los frikis…hay mucho tarado/a por ahí…yo prefiero conocer gente en el mundo real…cuidado que hay mucho engaño…
Las estadísticas pulverizan toda las ideas y prejuicios acerca del mundo del amor cibernético: cada año aumentan las estadísticas de personas que buscan pareja en la red. A día de hoy, las páginas de contactos son uno de los medios más utilizados para encontrar el amor. ¿Cómo navegar en los procelosos mares del amor cibernético y no morir en el intento?
1.- Las cosas, a su tiempo: aunque muchas páginas presentan una filosofía de pareja a la carta, lo cierto es que las relaciones no son productos de oferta en la estantería del Carrefour. Tómate tu tiempo para conocer a la persona detrás del escaparate.
2.- El factor distancia: puede que internet acerque países y ciudades, pero lo cierto es que las personas todavía somos seres físicos que necesitamos de cercanía para establecer una verdadera intimidad. De inicio, conviene descartar a las personas que viven demasiado lejos. Hay mucha gente que vale la pena y que además, vive cerca.
3.- No mendigues amor: si estás bien en tu vida y si no necesitas desesperadamente tener una pareja, no aceptarás cualquier cosa con tal de no estar solo. Las personas que creen que tener una pareja resolverá sus problemas de infelicidad, tienden a olvidarse de utilizar el sentido común a la hora de establecer una relación, tanto virtual como real. Valora tu bienestar y no establezcas vínculos con cualquiera que te ofrezca un poco de atención o afecto.
4.- Ten las cosas claras: si tú no sabes lo que quieres, aclárate primero. El otro no va a saberlo tampoco.
5.- Baja de la nube: si quieres una relación de verdad, relaciónate desde la autenticidad. Hay muchas personas que utilizan el romance virtual como una evasión a la vida cotidiana y no como un proyecto tangible. No construyas castillos en el aire tras unas cuantas sesiones intensivas de chateos y whatsapp: usa el medio para contactar, no para relacionarte.
6.- Sé realista: internet no es la panacea, ni el lugar etéreo donde brotan los príncipes y princesas que no hay en la vida real. Sin embargo, es más fácil idealizar en torno a un perfil virtual adornado de las mejores galas, que en un entorno más cercano. Si aún crees en los cuentos de hadas, una página de contactos puede resultar para ti como meterte cianuro en vena. Sé consciente que detrás de la imagen virtual, hay una persona real.
7.- Disfruta del momento: si estás buscando ciegamente al amor de tu vida, te verás abocado una y otra vez, a frustraciones y fracasos. En la vida real, nos cruzamos con muchas personas interesantes y divertidas, con las que compartimos unos determinados momentos: en internet, también. Puede que no haya compatibilidad o que finalmente una conversación estimulante no derive en nada más o tras un jugueteo romántico, el otro desaparezca al más puro estilo Houdini. No proyectes al futuro: estás en el mercado, conociendo a gente interesante (o no) y algunas conversaciones irán a más y otras no. ¡Vive el presente!
8.- Aprende a conocerte: las relaciones con los demás y nuestra manera de obrar en ellas, son una guía inestimable para el autoconocimiento. No te ciegues y aprovecha para observarte. Si idealizas demasiado rápido, si te sientes mal cuando un contacto no va a más, si surgen tus miedos, inseguridades y dudas, sé un espectador de ti mismo y analiza de dónde proceden estas reacciones. Te sorprenderán las respuestas.
9.- Supera tus duelos: muchas personas se lanzan desesperadamente a la búsqueda y captura de alguien que les consuele y apoye en una etapa difícil. No es un buen planteamiento de inicio para establecer una relación. Cura tus heridas y después, ya te planteas probar de nuevo en el mercado.
10.- Tómatelo con filosofía (y mucha): el éxito de las páginas de contactos es un reflejo, en parte, del ímpetu consumista aplicado a las relaciones humanas. A veces, entrar en un entorno de este tipo produce la sensación de encontrarse con una esperpéntica versión publicitaria del amor real. No te pierdas compulsivamente en una u otra promesa de amor ideal y regálate el don de la tranquilidad. Las cosas que merecen la pena conllevan su tiempo y por muy tentador que parezca el mundo virtual, al final las personas que lo habitan son tan humanos como tú.