Nos hallamos en la recta final de las vacaciones de verano. Este año, un tanto atípicas y más cortas por la situación sanitaria provocada por el coronavirus, muchos ya hemos disfrutado de la montaña o de la playa. Pero aún nos quedan días de calor, y apetece refrescarse dándose un chapuzón. Por ello, no solo la playa es ni mucho menos el único lugar para hacerlo. Hoy os proponemos una selección de piscinas naturales formadas por manantiales, ríos y en ocasiones también el agua del mar, enmarcadas en paisajes naturales espectaculares y de belleza incomparable. Una alternativa que permite disfrutar del baño en estos calurosos días de estío.
Sea como sea, estos parajes naturales permanecen ocultos y olvidados durante la mayor parte del año, pero viven su época de esplendor en verano, cuando reciben cientos de visitantes. Seguramente muchos de vosotros ya las conozcáis, o bien por que vivís cerca de ellas o bien por que las habéis visitado en vuestras escapadas a la naturaleza en algún momento de vuestras vacaciones. Sabemos que hay muchas más, pero es difícil reseñarlas todas. Esperamos que alguna os resulte novedosa u os sirva de guía para unas próximas vacaciones.
Termas de Ourense
La tradición termal en Ourense se remonta a la época de los romanos. En la actualidad son varios los manantiales de agua con temperaturas superiores a los 60 grados que permiten el baño. Destacamos las de Outariz.
El espacio termal de Outariz y Burga de Canedo es el más grande de la ciudad, con múltiples instalaciones para el baño que se extienden por el margen derecho del río Miño. Se trata de dos conjuntos de piscinas termales al aire libre situados en una gran área recreativa ajardinada con un espacio infantil con columpios.
La zona de Outariz cuenta con una piscina de agua fría y tres de agua caliente -que aflora en varios puntos entre las grietas de la roca granítica-, mientras que en la Burga de Canedo conviven una piscina de agua fría y tres dobles de caliente. Una pasarela peatonal conecta la zona de baño con la otra orilla del río, donde existe una amplia zona de aparcamiento. El área de baño cuenta con vestuarios con taquillas y aseos a disposición de los usuarios.
Aunque desde abril de 2019 están cerradas por un incendio, no queríamos dejar de comentarlas. Junto al río Miño destacan las pozas de la Chavasqueira, construidas ya en el siglo XIX. Eran gratuitas, aunque también existían instalaciones de pago, y el agua, que en las piscinas oscila entre los 37 y los 43 grados de temperatura, tiene propiedades medicinales. Se podía acceder a ellas a pie (las más lejanas del centro de Ourense están a una hora caminando).
Dónde. Lugar de Outariz S/N, 32001
Arenas de San Pedro, Ávila
La Sierra de Gredos es una estupenda opción vacacional para las familias amantes de la naturaleza. Cerca de la localidad de Arenas de San Pedro, una pequeña presa retiene el agua del río Arenal formando estas piscinas naturales (son dos, divididas por un puente) de aguas cristalinas, muy bien acondicionadas y un lugar seguro para los niños en el que poder darse un chapuzón. Disponen de escalerillas, trampolín, duchas, césped, restaurante y aparcamiento. Al lugar se accede desde la carretera del Hornillo (AV-P-711).
Siguiendo el cauce del río hacia su origen en la montaña, si eres algo más atrevido y quieres ponerte en remojo sin demasiada gente, también se pueden encontrar otras dos piscinas: el Charco de la Chiva y el Charco de la Tinaja, donde el paisaje ofrece un aspecto más salvaje y el agua, ya de por sí fría, tiene aún menos temperatura.
Hay bellísimos parajes que descubrir, pero si vais con los niños y en unas vacaciones cortas, os proponemos visitar las Cuevas del Águila, junto a estalocalidad perteneciente a Ávila.
Piscinas Naturales Las Presillas, Madrid
Cascada del PurgatorioEn Madrid no habrá playa, pero los madrileños no tienen que viajar muy lejos para darse un chapuzón en un entorno natural. Además, algunas son consideradas playas de interior galardonadas con bandera azul.
En Rascafría, a unos 80 kilómetros de la capital, las presas del río Lozoya forman estas piscinas naturales perfectamente acondicionadas para el baño. Una zona ideal para disfrutar de un día en familia y con amigos, en la que todos disfrutaréis de las tres piscinas naturales con que cuenta, además de amplias zonas verdes y un aparcamiento. El agua está fría, como bien indica el nombre del pueblo, pero las vistas al Pico Peñalara merecen el sacrificio. Se encuentra en la carretera M-604, muy cerca del Monasterio de El Paular, que podéis visitar (la entrada es de 5 euros) y el horario de tarde, de lunes a domingo, es de 16:00 a 19:00.
En el pueblo os recomendamos entrar en el Obrador de Chocolate Natural San Lázaro (Avenida del Paular, 35), un auténtico paraíso del cacao natural y artesanal. Os van a atender de maravilla y la única duda es elegir entre sus ricas propuestas.
Pero si preferís un lugar más tranquilo, solo basta recorrer 5 kilómetros (o ir en coche) a la cascada del Arroyo del Aguilón, más conocida como la Cascada del Purgatorio, que cuenta con dos impresionantes saltos de agua.
Piscina natural de Cantonigrós, Barcelona
Muy cerca del precioso pueblo de Rupit, un municipio integrado en el paisaje, de origen medieval, que todavía conserva el aspecto encantador de sus casas de piedra de los s.XVI- XVII y merecedor de una visita, se encuentra Cantonigròs (o Cantoni) en la comarca de Osona, provincia de Barcelona. El lugar se suele visitar por por el paraje de La Foradada. El nombre hace referencia al hueco (forat, en catalán) que forma la roca.
A su lado, una cascada de 15 metros es la joya de la corona de Cantonigrós, una piscina natural muy especial en la que a diversas horas del día se crea un maravilloso juego de luces, un ambiente muy especial al que acceden personas de todas las edades después de una excursión de unos 30 minutos. Si vamos con peques encontraremos un poco de dificultad en el último tramo antes de llegar, pues al ser de bajada tiene más pendiente y acostumbra a estar húmedo, por lo que hay que tener cuidado de no resbalar.
Las Chorreras del río Cabriel, Cuenca
Cascadas, saltos de agua y pozas de hermosísimo color en el curso del río Cabriel y partiendo del embalse de Villora para terminar en una playa fluvial. Estas son Las Chorreras en el pueblo conquense de Enguídanos -a 1 hora aproximadamente de Cuenca-. El paisaje es espectacular y dicen que sus aguas son las de mayor calidad de todo el continente. Es, desde 2017, Monumento Natural. Aunque, El Ayuntamiento de Enguídanos ha planteado, a instancias de la Consejería de Sanidad, la prohibición del baño de forma temporal en las Chorreras del río Cabriel por motivos sanitarios desde julio de 2020.
El plan es estupendo para una excursión y celebrar una comida o merienda. Eso sí, ante tanta belleza, hay unas normas. Los coches se deben estacionar en Enguídanos -el camino se puede hacer luego a pie o en autobús- y para acceder al recinto solo se permite una mochila por persona. Hay que tener mucho cuidado, sobre todo con los niños, que se pueden refrescar en las zonas menos profundas de las pozas y calzados con zapatillas de goma o cangrejeras (el peligro está en las resbaladizas piedras).
El recorrido es de 5 kilómetros con un descenso total de algo más de 120 metros, atravesado por puentes de piedra. Os podéis parar a comer el bocata donde queráis porque cualquier tramo es de una belleza (y un sonido) impresionante.
Fonts d'Algar, Alicante
Foto: conlosninosenlamochila.comLas Fuentes del Algar (cueva en árabe) están situadas a 3 km del centro urbano de Callosa de Ensarriá (provincia de Alicante, España), en dirección a Bolulla y Tárbena, y a 15 kilómetros de la localidad costera de Benidorm. El acceso de encuentra en la carretera de Bolulla (CV-715).
Estas piscinas naturales se enmarcan en una zona húmeda protegida desde 2002 y ofrecen un bello ejemplo de la erosión del agua, en este caso del río Algar, en la roca caliza. Cuentan con numerosos servicios turísticos, incluida una visita guiada por las pozas, rutas de senderismo y un parque temático cercano con figuras robóticas de dinosaurios. Para poder disfrutar de las piscinas es necesario pagar entrada: 5 euros los adultos y 2 euros los niños. Durante el verano la mayor parte del caudal procede del embalse de Guadalest y son muy concurridas de público, sobre todo, los fines de semana.
La visita guiada consiste en el recorrido por un circuito de 1,5 km de longitud a lo largo del cauce del río Algar para ver el paisaje fruto del modelado kárstico de la roca caliza. Durante este trayecto el río lleva una cantidad abundante de agua fría, formando cascadas y embalses naturales a través de desfiladeros y con una vegetación mediterránea abundante.