Si preguntáramos a cualquier jugador en el inicio de su carrera en la NBA cual es su principal objetivo para su carrera profesional en la competición, prácticamente todos coincidirían en poder retirarse habiendo sido al menos una vez Campeón de la NBA. La pesadilla de cualquier estrella de la liga es pasar a formar parte del grupo de los jugadores de la NBA sin anillo.
La cuestión es que en muchos equipos de la NBA hay grandes estrellas pero sólo un equipo puede ser Campeón.
Esto hace que año tras año 29 de los 30 equipos no sumen jugadores a la lista de Campeones de la NBA.
Si un gran jugador tiene la mala suerte de caer drafteado en un equipo con pocas posibilidades de ganar un anillo y en torno a él la franquicia no construye un equipo competitivo a largo plazo pueden pasar los mejroes años de sus carrera sin poder optar a un anillo.
Ser un jugador franquicia tiene esa gran dificultad... igual nunca llegas a ser Campeón como ha pasado en varios casos.
A día de hoy para evitar este tipo de situaciones muchos jugadores optan por contratos más cortos y por elegir equipos que ya cuenten con otros grandes jugadores para poder optar de forma clara al anillo.
El Big Three de los Celtics de Garnett y Allen o los Heat de Lebron y Wade son un ejemplo.
Otros muchos grandes jugadores pasan muchos años en la liga y no llegan a tener esa opción.