Las 20 mejores comedias: Nº 17 'Atrapado en el tiempo'

Todo un clásico de la comedia en los años 90, 'Atrapado en el tiempo' (Groundhog Day). Bill Murray y Andy MacDowell se unen en esta comedia que consagró la carrera de ese cómico salido del Saturday Night Live, quien ya había saltado al cine con otros títulos de culto como 'Los incorregibles albóndigas' (Meatloafs), 'Los Cazafantasmas' (Ghostbusters) o 'Los Fantasmas atacan al jefe'  (Scrooged).
En esta película Bill Murray encarna, tras su éxito en 'Los Fantasmas atacan al jefe' a una suerte de sr Scrooge. Phil Connors es un personaje indeseable. Un hombre del tiempo de la tele endiosado, satírico y odioso, que sólo esta enamorado de su reflejo y que no puede ver más alla de los demas. Así, utilizando la típica trama que Dickens popularizaría en su novela más aplaudida 'Cuento de Navidad' (Christmas Carol), Murray se va encontrando con su pasado en una especie de camino hacía conocerse mejor y convertirse en una mejor persona. Esta vez no son los fantasmas de las Navidades pasadas, es un maldito despertador con una canción repetitiva y en una localidad inóspita donde el chocolate caliente y una marmota que predice el tiempo son sus principales atractivos.
Esa población es Punxsutawney, la marmota se llama Phil y predice si el invierno durará más semanas de lo previsto. Para los 6.271 vecinos de la localidad, el día en el que su mascota metereológica sale a trabajar es un día de fiesta y más desde que este film popularizó este evento. Pléyades de gente de todos los EEUU viajan en procesión a este pequeño pueblecito de Pennsylvania que tanto llamó la atención, en su dia, del director de la versión cinematográfica, Harold Ramis.

Imagen real de la fiesta de la Marmota

Pues bien este acontecimiento freak-americano sirve como telón de fondo a la historia de amor entre un despertador, Rita (Andy MacDowell) y el mencionado Phil Connors. Nuestro hombre del tiempo viaja a esta localidad a regañadientes para hacer un reportaje sobre la marmota. Se muestra amable de cara a la cámara, pero, fuera de plano es el sujeto más desagradable del mundo. Rita, su productora, le admira y ve algo en él. Su positividad se contrapone al desagradecido presentador que vagabundea por las calles del pequeño pueblo de Pennsylvania tras descubrir que un temporal evitará que puedan regresar a casa esa misma noche. Un desastre para un tio tan snob, una oportunidad para disfrutar de la alegría de los lugareños para Rita y el resto del equipo.
Phil se acuesta en su hotel hasta que amanece entonces un nuevo día, y... cuando el despertador marca la hora de levanterse, vuelve a sonar la misma música, los presentadores de la radio dicen exactamente las mismas palabras que el día anterior y el trayecto de Phil hacía el comedor del hotel es sospechosamente idéntico al del día anterior. Pronto se da cuenta de que está... 'Atrapado en el tiempo'. El día siguiente lo mismo, y el siguiente y el otro... "Sra. ¿usted ha tenido alguna vez un de ja vu? - No, pero puedo preguntar si tienen en la cocina..."

Con este panorama empezamos a descubrir la decadencia del personaje que cae en barrena, asciende hasta creerse un dios y finalmente descubre cual es su objetivo en la vida, que no es otro que convertirse en mejor persona. A la mejor persona que conoce en esos momentos es a Rita, por lo que el film traza una línea de una comedia surrealista hasta convertirse en una suerte de comedia romántica. El disparate pasa hacía el amorío sin que todo el azúcar acabe convirtiendo al espectador en una serie de diabético aficionado a este género.
Toda una película de culto muy bien estructurada. Las situaciones cómicas se convierten en pequeños squetches y los secundarios tienen un importante protagonismo a lo largo de todo el hilo argumental de 'Atrapado en el tiempo'.
No destripo nada si descubro que al final de la película se despierta en el día siguiente, pero ¿con qué ropa? Esta trivial pregunta fue todo un trauma durante la producción del film. Cuando Phil Connors se despierta por última vez en la película vuelve a escuchar la misma canción en su despertador, lo que le crea una sensación de desazón, ¿seguirá siendo el mismo día? Es por ello que Bill Murray planteó la situación de si llevar pijama, como en los anteriores malos despertares o el traje del día anterior. Todo un cisma para la película que fue resuelto, como sucede en estos casos, por una joven ayudante de Harold Ramis.