Hace ya 3 años que pisé por primera vez los Huertos Ecológicos la Ribera del Jarama y ahora, que ha llegado el momento de la despedida, hago balance de la experiencia y veo todo lo que ha supuesto este proyecto en mi vida.
Más allá de lo aprendido sobre agricultura ecológica (tipos de cultivos y sus asociaciones, control de plagas, preparación de la tierra...), me llevo un aprendizaje mucho más profundo, algo que no buscaba de entrada y que en verdad me ha cambiado la vida.
Si te estás planteando iniciar un huerto, de alquiler o no, o te llama la atención la idea, aunque sólo sea un poquito, no dejes de ver todo lo que he aprendido en estos 3 años de alquiler de un huerto ecológico:
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A respetar los ritmos.
La naturaleza y las plantas tienen sus tiempos y sus ritmos y no siempre son los mismos, dependen de las condiciones climatológicas, el tipo de cultivo, la tierra... para una persona impaciente como yo (en sí mismo el estilo de vida actual tiende a las prisas y a lo inmediato), seguir el ritmo de crecimiento de un cultivo me ha hecho apreciar cada pequeño cambio y disfrutar del proceso, más allá del resultado final.
He aprendido a relajarme y a llevar un ritmo más lento del que estaba acostumbrada.
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A cambiar mi percepción del esfuerzo y del trabajo.
Hay momentos en el huerto en que se trabaja mucho, muchísimo, y apenas se ven resultados. Diseñar los cultivos, preparar la tierra, los bancales, semilleros y siembra, controlar las plagas, las hiervas y cualquier contingencia... y esperar a que todo salga bien. Son épocas de mucho esfuerzo y poca recompensa inmediata, a pesar de que los frutos pueden superar en mucho el trabajo invertido.
Es una labor incierta pero muy gratificante, en la que aprendes de los errores y te sorprendes cosechando cosas que no esperabas.
Todo esto me ha servido para cambiar mi percepción del trabajo (yo que siempre fui una asalariada del montón acostumbrada al "trabajo-cobro") y me ha ayudado a emprender mis proyectos de autoempleo con la seguridad de que una buena información, unida al esfuerzo y la ilusión, acaban dando sus frutos aunque no sean exactamente los que pensábamos ni vengan de forma inmediata.
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A intentar cumplir los sueños.
No se cuánta veces en mi vida me he escuchado decir frases del tipo "algún día haré esto o aquello", siempre condicionadas a situaciones hipotéticas "cuando sea... cuanto tenga... cuando pueda...".
Es muy posible que tú también te hayas escuchado decirlas más de una vez, ¿no es así?
Por lo general son cosas que se dicen sin demasiado convencimiento, a veces con la certeza de que nunca lo harás y otras con un deseo oculto de hacerlas de verdad, de reunir el valor para dar el paso.
Yo siempre quise tener un huerto y cultivar mis propios alimentos, pero viviendo en un piso, en una ciudad, me parecía algo ilusorio. Cuando conocí el proyecto de Antonio, el lugar me encantó y me animé a probar, no era exactamente "mi sueño" pero me hacía estar un poquito más cerca de él...
Y al final ha sido la antesala para hacerlo realidad...
... vivir en un entorno más natural...
... poder cultivar en mi propia casa...
Ahora se que si no hubiera dado el paso, si no lo hubiera intentando, jamás habría tenido el valor para cumplir mi sueño.
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A que los proyectos salen con corazón y esfuerzo.
Aquel Noviembre de 2012 en que convencí a mi chico para acercarnos a Fuente el Saz a conocer unos huertos de alquiler de los que supe a través del BAH (Bajo el Asfalto está la Huerta, un grupo de producción y autoconsumo de Madrid), no me imaginaba la enorme evolución que podía llegar a tener aquel lugar. Antonio nos explicaba las ideas y mejoras que se planteaba hacer, pero también sus limitaciones y (he de reconocer) no creímos que llegara a conseguir tantas cosas como quería 😕
A día de hoy, te puedo contar que no sólo consiguió todo en un tiempo récord, sino que ha hecho muchísimas cosas más y, más allá de la logística de los huertos (que ya es un trabajazo), hemos podido disfrutar del invernadero, el gallinero, la piscina en verano, los aseos, la barbacoa, zona de mesas y merendero, aparcamiento, zona de juegos y columpios y hasta una casa en el árbol (que a mis peques les encanta).
Se que ha sacado todo esto gracias a la ilusión y el cariño que le ha puesto y a unas enormes dosis de esfuerzo.
Si tenéis la ocasión de acercaros a conocer a Antonio y su proyecto no dejéis de hacerlo, porque verdaderamente merece la pena!! Pincha aquí para ver su web.
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A que la verdadera felicidad se encuentra en lo más básico, en lo esencial.
Estos 3 años han sido muy intensos en casa. La llegada de 2 bebés, acabar una tesis de Máster, proyectos de autoempleo, cursos varios, una intensa formación en Naturopatía y el ritmo diario de casa, familia, perro... hemos disfrutado mucho de todo ello, pero ha habido momentos (y muchos) de agobio y agotamiento físico, mental y emocional.
En todo este tiempo las escapadas al huerto han sido como una bombona de oxígeno, un espacio al que llegar y trabajar, abstraerte y disfrutar, sin pensar en nada más.
Verdaderamente hemos sido felices podando las tomateras o quitando adventicias (sí, sí, quitando adventicias también), viendo a Noa y a Erik disfrutar de estar al aire libre, de sembrar y ver crecer las plantas.
Antes de todo esto, soportábamos la rutina soñando con algún viaje o escapada de 3 días o comprando algún capricho que nos llenara un poco el "vacío existencial". Ahora apreciamos más aún la felicidad cotidiana, esa que está en las cosas más básicas y que puede disfrutarse cada día.
En definitiva, una experiencia insustituible que nos ha hecho ser más conscientes de lo que queremos y más consecuentes con nuestra forma de entender la vida.
Además de los tomates, pimientos, berenjenas, lechugas, judías, cebollas, patatas, calabacines, espinacas, calabazas, escarolas, acelgas, zanahorias... que hemos producido y disfrutado en estos años 😉
¡¡Muchas gracias por todo Antonio!!
Volveremos por allí a realizar alguno de vuestros cursos 😉
PD: Si te ha parecido interesante, comparte!!!
PD2: Hoy te he hablado mucho del proyecto de Antonio, y te quiero aclarar que no recibo nada con ello, lo hago por mi enorme satisfacción con la experiencia, y con la ilusión de que si te estás pensando poner un huerto en tu vida o te interesa la idea, no lo dejes y te animes, ya sea en tu jardín, en un terreno familiar, en un huerto de alquiler o en una maceta.