BODYGUARD
Bodyguard se estrenó en Netflix ya coronada como la serie británica del milenio en términos de audiencia. Heredera clara de Homeland, plantea un juego similar: hasta el último minuto no sabemos si el protagonista, un joven veterano de guerra a quien le encargan ser el guardaespaldas de la ministra de Interior, está comprometido con su labor de protegerla, o si quizá los traumas que arrastra de las guerras que ella defiende fervientemente pueden pesar más en sus actos. Como Carrie y Brody fundidos en un único personaje en manos de un muy correcto Richard Madden, que a partir de ahora va a ser más David Budd que Robb Stark. Mix entre el thriller político y el thriller psicológico que no sube más porque elude su potencial de denuncia del fariseísmo de las instituciones y porque el final cojea en términos de verosimilitud.
NARCOS
Un éxito tan inesperado como merecido. Una vez que aceptas que Pablo Escobar hable español con acento guiri, lo demás viene rodado: acción, mafia, corrupción y un brutal retrato poliédrico de uno de los criminales más despreciables y fascinantes del pasado siglo. La tercera temporada es, simplemente, otra serie. Igual de trepidante –o más– en cuanto a las tramas pero sin el magnetismo del protagonista. En la cuarta cambia el país (Colombia por México) pero se vuelve al origen: de nuevo se construye un icono que rezuma violencia, inteligencia y una gran variedad de grises en temas morales. Y todo con el ritmo y la estética que ya son marca de la casa de este clásico moderno de Netflix
PEAKY BLINDERS
Mola todo. La recreación de esa Inglaterra industrial en el periodo de entreguerras, humeante, peligrosa y muy viva, es el escenario perfecto para una trama rollo El Padrino con un elenco de machotes insuperable. La banda sonora de festival indie ayuda también a definir la personalidad de una serie que se ha ganado la categoría de fenómeno navajazo a navajazo.
BATES MOTEL
Posiblemente es la relación madre-hijo más profunda, matizada y enfermiza que se ha retratado en una serie de televisión, hasta el punto de que va bastante más lejos que el planteamiento de Hitchcock en Psicosis, de la que funciona como precuela. La única pega es que la pareja protagonista tiene tanto magnetismo que las tramas secundarias siempre saben a poco… Quizá con dos temporadas contando su historia y la de nadie más habría resultado aún más redonda.
BLACK MIRROR
Cuesta encajar Black Mirror en una clasificación como esta, porque hay capítulos que merecerían luchar por los primeros puestos y otros que la sacarían a patadas de la lista. Los primeros tres episodios fueron los del puñetazo en la cara del espectador, los siguientes marcan esa irregularidad que camina sobre la cuerda floja entre la genialidad y el absurdo ambicioso. La última temporada cuenta con los hallazgos más profundos, gracias a una apertura a nuevos géneros y, sobre todo, a un acercamiento más humano, más ‘de verdad’, a los conflictos que plantea la tecnología.
SI TE GUSTO SIGUEME QUE YO TAMBIEN TE SEGUIRE, DALE LIKE Y DEJA UN COMENTARIO TE LO AGRADECERIA. TU OPINION ES IMPORTANTE DEJA UN COMENTARIO QUE TEMA QUIERES LEER Y TE DEJO LA INFORMACION PROXIMAMENTE.