Empieza un nuevo curso escolar en St. Ambrose. Como cada año, las madres se aglutinan en torno a Bea, la líder: hay que organizar las distintas tareas que han de llevarse a cabo para recaudar los fondos y garantizar el éxito del curso.
Por primera vez, Rachel no formará parte de ese grupo. Parece que tras el abandono de su marido, no hay sitio para ella en el exclusivo comité académico de las madres del colegio. Pero no está sola, pues también están Jo y Georgie, aunque ellas dos, a diferencia de Rachel, quien es la protagonista de la historia, no quieren formar parte de ese grupo, lo que les ocurre es que no ven la forma de desligarse de Bea.
Esta es una de las cosas que menos me han gustado del libro Las abejas reina, de Gill Hornby. Si a la manipuladora y aduladora Bea nadie la soporta, ¿cómo nadie de amplio grupo es capaz de plantarle cara? La mayoría cree que es una desagradecida, y mantiene una relación de amor-odio nada saludable.
Sí, hay personas/abejas reina que hacen con los demás lo que quieren, pero esperaba un mayor contraste, mujeres con personalidad capaces de decir "no". Sin embargo, lo que me encuentro es un abanico femenino muy amplio, que abarca entre los treinta y los cuarenta años, incluso algunas décadas más, pero sin variedad: casi todas son débiles e inmaduras.
Son personajes planos que viven a través de los demás, y sólo para el colegio. Para colmo, la única madre que evoluciona una chispa a lo largo de la historia es tratada por el resto como si fuese una completa idiota. Tan sólo rescataría de todo el elenco a Georgie y Jo porque son las más fuertes, las que destacan un poquito.
En el libro no sucede nada relevante, y ya el arranque es lento. Sí, hay dos hechos que marcan el inicio del curso, la llegada de una nueva familia y de un nuevo director. Las charlas que mantiene el grupo, los cotilleos, versan sobre ellos y sobre si esta madre o la otra ha cogido unos kilos de más: sí, también son personajes superficiales.
Las abejas reina no ha logrado despertar mi interés. Es una lástima, de verdad, porque atención a algunos de los temas que se tratan en esta novela protagonizada puramente por mujeres: los hijos, las relaciones amorosas, la separación sentimental, el suicidio y el cáncer de mama. Sin embargo, estos son elementos secundarios que pasan desapercibidos, que no se aprovechan.
Es verdad es que está bien escrita, pero la prosa de Hornby es normal, y yo no he encontrado nada del humor prometido: mis sonrisas han sido más bien discretas. El narrador es omnisciente, y se va situando en los distintos caracteres, especialmente en Rachel, pero también la obra incluye las actas de las distintas reuniones que celebra el comité del colegio, y estas aparecen en primera persona según el personaje que las redaca. Estas actas, que imagino lo que pretendían era aportar agilidad a la historia, no hacen sino ralentizarla, pues son puros diálogos indirectos repletos de mayúsculas chillonas.
Siento que esta novela no me haya gustado como esperaba, ni muchísimo menos. Y me sorprende, porque Las abejas reina parte de un escenario con gran potencial, estamos en un pequeño pueblo, y una idea original, las relaciones que se establecen entre las madres de los alumnos del colegio de la comunidad. Pero la abundancia de clichés y estereotipos, la competitividad ridícula con la que se abordan dichas relaciones, además de un elevado número de personajes en general planos y superficiales hasta decir basta, que para nada son representativos, hacen que no la recomiende.