Las adolescentes que juegan a ser señoras de Lanvin y una jovencísima Kate Moss para Versace

Hacía tiempo que no hablaba de moda femenina y hoy... ¡Me apetece! Y aunque el sol esté haciendo de las suyas (menos mal que no íbamos a tener verano en España) el otoño-invierno ya empieza a vislumbrarse en forma de campaña. 
Si hay algo que me guste más que un desfile es una campaña publicitaria de moda bien hecha. Y, de momento, mi favorita es la de Lanvin Femme. Me encanta el humor de Alber Elbaz. Sí, digo humor. Es el diseñador que más disfruta de lo que hace (o al menos eso parece). Se divierte con sus creaciones. Lo mismo le da por poner a sus modelos vestidas de alta costura bailando reggeton, que mezclar pieles, con joyas y ocas. Su nueva campaña otoño-invierno me trae a la memoria esas adolescentes que juegan a ser señoras con la ropa y complementos de sus madres. A destacar: los accesorios. Me encantan las joyas con mensaje (XXL, rollo Bronx, choni que te mueres) combinadas con abrigos de zorro o visón, turbantes, trajes estampados rollo años 50... Mujeres de Hitchcock, como las de Prada, pero con un gran twist, vestidas con drapeados, volantes y gasas sin caer en lo naif. Una colección absolutamente fantástica, a la par que tremenda.





Y si la campaña otoño-invierno 2013-2014 de Lanvin me ha encantado, la de Versace me ha horrorizado. No por sus prendas, que tienen su público, sino por operar o pinchar 'digitalmente' y en demasía a Kate Moss. Vamos, ¡que se han pasado con el photoshop 3 pueblos! Si ya la modelo precisa de una doble 'de cuerpo' para hacer anuncios, no es de extrañar que también necesite ayuda de la medicina-estética photoshopera para darle algún que otro retoque a su cara ya no de niña. Y si no me creéis aquí tenéis la prueba. Por no hablar de que también la han teñido de castaña. Vamos, que podría ser perfectamente una prima de Kate que vive en Bristol y que de vez en cuando hace unos cameos cuando la modelo no puede coordinar su agenda... 




Muchos besos y que la tendencia os cace