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Durante la Segunda Guerra Mundial, en 1941, las tropas italianas estaban siendo derrotadas por los Aliados en el norte de África. En su ayuda acudieron las tropas conocidas como Afrika Korps (formalmente conocidas por el nombre Deutsche Afrikakorps, DAK por sus siglas en alemán), dirigidas por sus legendarios comandantes Hans Jürgen von Arnim y Erwin Rommel, mariscal de campo más popularmente conocido por el apodo de “el Zorro del Desierto“.
Las Afrika Korps combatieron siempre en condiciones de inferioridad frente a sus homólogos ingleses y, a pesar de una serie de brillantes victorias contra los Aliados, finalmente fueron derrotadas por estos en la Segunda Batalla de El Alamein (23 de octubre de 1942 – 3 de noviembre de 1942). Las tropas vencedoras eran por aquel entonces comandadas por el mítico general Montgomery.
La zona de confrontación era enorme, abarcando el desierto libio, con una extensión arenosa de miles de kilómetros que llegaba hasta Egipto y de carácter por lo general llano. Estas circunstancias territoriales eran sinónimo de una gran movilidad para las tropas, una de las mayores habilidades de las unidades motorizadas de las Afrika Korps. Aunque la franja del mar que separaba África de Italia era lo suficientemente corta como para permitir un traspaso rápido de tropas y suministros, esta presentaba grandes problemas debido a la presencia de una eficaz fuerza aeronaval permanente de los Aliados en el mar Mediterráneo, que los ingleses cuidaban con gran mimo para evitar y dificultar la expansión del Eje italo-alemán en África.
Erwin Rommel junto a miembros de las Afrika Korps. Fuente y autoría: Bundesarchiv, Bild 101I-785-0287-08 / CC-BY-SA.
La caída de Grecia en manos del Eje había mermado la situación de los británicos en el norte del continente africano. A mediados de febrero de 1941 (el día 12 en concreto), el Führer envió a las tropas de las Afrika Korps lideradas por Rommel a luchar a favor de los italianos. Rommel ostentaría el grado de segundo jefe del Ejército del Norte de África, bajo el mando del general Italo Gariboldi.
En un principio, Rommel llegó a Trípoli con el cometido de mantener la línea del frente y de aliviar así la presión que soportaban los italianos, impidiendo de esta manera que las tropas aliadas expulsaran a las fuerzas del Eje del norte de África y para evitar así la posibilidad de abrir otro frente de guerra en el sur de Europa.
Después de un tiempo y a pesar de las órdenes iniciales, Rommel cambió de táctica y pasó al ataque. A los pocos días de su llegada, las tropas de Rommel adoptaron una posición ofensiva y cosecharon una serie de victorias consecutivas, derrotando claramente a los ingleses en Tobruk, Mersa Matruh y Gazala. Estas victorias, además de generar unas perspectivas favorables, insuflaron a la tropa una subida de moral, habida cuenta de la obvia inferioridad del ejército italo-alemán, por las grandes dificultades que sufrían de avituallamiento (tanto a nivel de soldados como de materiales).
Debido a la mala organización de las tropas inglesas y a las excelentes dotes de mando del Zorro del Desierto, Rommel se labró rápidamente una leyenda de invencibilidad, incluso entre sus enemigos.
Las batallas de Trobuk y de El Alamein son un claro exponente de las tácticas empleadas por Rommel en su lucha con las Afrika Korps para defender el frente norafricano. A continuación, hablaremos un poco de estas dos conocidas batallas de la Segunda Guerra Mundial.
Afrika Korps: la Batalla de Tobruk
Con marzo de 1941 casi acabado, las Afrika Korps atacaron a las tropas británicas lideradas por el general Wavell, un tanto desguarnecidas en el desierto de Libia. La movilidad de sus tropas y tanques desarboló completamente a las tropas inglesas. A mediados de abril, los alemanes llegaron a la frontera con Egipto e hicieron prisionero al general O’Connor, quedando aislado el puerto de Tobruk, que estaba defendido por unidades australianas que intentaron oponer resistencia con gran valor y heroísmo.
Ante el cariz que tomaron los acontecimientos, Wavell pidió con urgencia refuerzos y en mayo de 1941 intentó un contraataque que en su principio tuvo atisbos de éxito, pero que finalmente terminó siendo un fracaso. Debido a esto, en julio el general Wavell fue relevado de su puesto y tomó el mando el general Auchinleck. Este traía consigo nuevas propuestas para una campaña que permitiese liberar Tobruk y recuperar Libia.
Después de un intento fallido de romper el cerco de Tobruk en noviembre, las tropas de Auchinleck lograron finalmente su objetivo el 10 de diciembre de 1941. Una vez liberado el enclave, los ingleses no se detuvieron y siguieron hacia la ciudad libia de Bengasi, plaza que ocuparon el 21 de diciembre de ese mismo año. Pero este éxito de los británicos sería transitorio y efímero. Erwin Rommel volvió al ataque el 21 de enero de 1942 y reconquistó Tobruk, obligando a las tropas británicas a moverse en dirección oeste.
Después de una tregua de 4 meses en las refriegas militares, Rommel comenzó de nuevo la ofensiva un 27 de mayo. A finales de junio de 1942, el Zorro del Desierto se encontraba a las puertas de El Alamein. Fruto de su victoria en la Batalla de Tobruk, Rommel fue ascendido militarmente y se le hizo entrega del bastón de mariscal de campo (Generalfeldmarschall en alemán).
Afrika Korps: la Batalla de El Alamein
Después de ganar Tobruk, el Zorro del Desierto y sus Afrika Korps prosiguieron su avance imparable hacia la ciudad egipcia de El Alamein, a poco más de 100 kilómetros de la ciudad de Alejandría y de la desembocadura del Nilo, objetivo perseguido por las tropas italo-germanas. Por aquel entonces, las fuerzas de Stalin pusieron en marcha la conocida como Operación Azul y obligaron a distraer recursos del frente norafricano. Rommel comenzó entonces a sufrir los problemas derivados del desabastecimiento, sobre todo de combustible para sus tanques, en los que basaba la gran movilidad y efectividad de las Afrika Korps.
Y para complicar todavía más la situación de las tropas alemanas, el 16 de junio de 1942 llegó a Malta un convoy de tropas y armamento aliadas. Esto contribuiría de una manera efectiva a dificultar los ataques aéreos alemanes a la isla y propiciaría al mismo tiempo el inicio de una ofensiva contra los convoyes de suministros de las Afrika Korps que se dirigían al frente norafricano por el Mediterráneo. Estos ataques consiguieron que las Afrika Korps se viesen desprovistas de combustible y suministros, y prácticamente abandonadas a su suerte. Pero las tropas de Rommel lograron mantener sus posiciones y el 10 de julio de 1942 comenzaron una serie de contraataques a pequeña escala.
Las tropas aliadas, al mando de Auchinleck se reordenaron y, fuertemente pertrechadas, atacaron a las ya disminuidas Afrika Korps cerca de El Alamein.
Erwin Rommel, consciente de que llegaría al frente egipcio un abultado grupo de efectivos estadounidenses para reforzar a las tropas inglesas, lanzó una nueva ofensiva, conocida como la Primera Batalla de El Alamein, en el que no lograría su objetivo, al verse la operación estancada el 27 de julio de 1942.
En agosto de ese mismo año, el general Auchinleck es reemplazado como comandante en jefe por el general Alexander. Por su parte, el general Montgomery ocuparía el puesto de jefe de operaciones de las fuerzas del Desierto Occidental, asociadas al 8.º Ejército Británico (conocido popularmente como “las Ratas del Desierto”). De esta manera, Montgomery lanzó una ofensiva frontal de gran envergadura contra la debilitada línea de defensa de las Afrika Korps, siguiendo el principio del desgaste.
El 23 de octubre de 1942 comienza la Segunda Batalla de El Alamein. Pero los esfuerzos de las Afrika Korps servirían de poco. El 3 de noviembre de 1942, Rommel agrupó lo que quedaba de las Afrika Korps y salió de El Alamein. Las ratas del desierto habían podido con el zorro.
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