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Las altas montañas de Portugal - Yann Martel

Publicado el 10 noviembre 2016 por Rusta @RustaDevoradora

Las altas montañas de Portugal - Yann MartelEdición:Malpaso, 2016 (trad. Julia Osuna)Páginas:336ISBN:9788416665297Precio:22,00 € (e-book: 7,99 €)Leído en versión original (The High Mountains of Portugal).
El escritor canadiense Yann Martel (1963) logró un éxito apabullante en 2001 con su novela Vida de Pi, que fue galardonada con el Man Booker Prize y vendió millones de ejemplares en todo el mundo. En 2012 se estrenó su adaptación al cine, dirigida por Ang Lee, que también obtuvo una excelente acogida. Esta obra tuvo la poco frecuente virtud de conseguir el reconocimiento de la crítica y el entusiasmo de los lectores. Posteriormente, el autor publicó Beatriz y Virgilio(2010), que pasó más desapercibida. Con su último trabajo, Las altas montañas de Portugal (2016), el autor retoma un proyecto pendiente, ya que, antes de empezar Vida de Pi, pensaba escribir una novela ambientada en Portugal (un viaje a la India cambió sus planes). Se trata de una alegoría de tintes religiosos, dividida en tres fábulas interrelacionadas, que explora la fe, la soledad, la pérdida y el camino espiritual. Las altas montañas de Portugal - Yann MartelComo en su libro más aclamado, un lugar y un animal (entonces la India y un tigre) tienen un peso crucial: por un lado, el chimpancé, un animal con quien el ser humano comparte gran parte del genoma, que aquí aparece tanto como un personaje más como a modo de símbolo, en representación de la conciencia que el ser humano tiene de sí mismo; por el otro, Portugal, de donde proviene el término «saudade», que carece de una traducción exacta al castellano y puede interpretarse como un sentimiento de añoranza, melancolía, común a los tres hombres que protagonizan la obra. En efecto, los relatos, que recorren el siglo XX y presentan influencias y estilos diversos, siguen las andanzas de tres hombres que han perdido a un ser querido y experimentan un vacío existencial. Para encontrar un nuevo sentido a su vida, emprenden una búsqueda sin saber qué esperan hallar, y es que tal vez el hallazgo está en el camino más que en el final del viaje. En la versión original, todos tienen la palabra «home», hogar, en el título, un hogar ligado a las montañas, pero sobre todo a su transformación interior.En la primera historia, situada en Lisboa en 1904, Tomás, un joven de clase humilde, pierde a todos sus allegados en una semana; un personaje sufridor, cuyas acciones desencadenarán una moraleja al estilo de los cuentos populares. Para superar el trauma, Tomás se refugia en el diario de un misionero que en el siglo XVII predicó en las colonias africanas de Portugal. Inspirado por las aventuras del sacerdote, Tomás emprende una peregrinación hacia una iglesia de una pequeña localidad de las altas montañas, donde al parecer se guarda un crucifijo extraordinario del que el misionero habla en sus escritos. Pero llegar hasta allí no será fácil; y el tesoro, una revelación inesperada. Yann Martel utiliza aquí el motivo del viaje con obstáculos (la clásica cadena de conflicto-resolución) como el camino para el crecimiento personal y espiritual, aunque el desenlace no se corresponde con lo que cabría esperar e introduce una curiosa paradoja. No es el relato más creativo del conjunto; se le notan mucho las influencias del misticismo y la literatura tradicional. Las altas montañas de Portugal - Yann MartelLa segunda historia, que transcurre en las altas montañas en 1938, comienza con un encuentro que tiene ecos de la última cena: Eusebio, un médico forense, pasa la velada con su esposa, una gran lectora que ha descubierto paralelismos entre las novelas de Agatha Christie y la Biblia. Después de un análisis brillante, que pone en evidencia el simbolismo del cuerpo, la mujer se marcha. Entonces llega una viuda al centro: desea que Eusebio le practique la autopsia a su marido y que le cuente cómo fue la existencia de su esposo. Eusebio, desconcertado, le dice que él se dedica a descubrir la causa de la muerte, no a conocer la vida. En medio de esta extravagancia, lleva a cabo la autopsia, que se relaciona con las conclusiones sobre el cuerpo que le había expuesto su mujer. Este es, en mi opinión, el relato más original. El estilo difiere un poco de los demás: bebe de la investigación y de la Biblia, pero va más allá y utiliza un vocabulario muy crudo en la escena de la autopsia. Impacta la contraposición de la disección del cuerpo humano (la autopsia, los cadáveres de Agatha Christie), brutal y grotesca, con la espiritualidad de aquello que trasciende la muerte (los episodios bíblicos, los sucesos que marcaron la vida del difunto). Plantea, además, una reflexión en torno al amor y la culpa, y tiene un ritmo más dinámico que el primero aunque los personajes no se muevan.El tercero transcurre durante la segunda mitad del siglo XX. Peter, un senador canadiense, pierde a su esposa y esto lo lleva a replanteárselo todo [el comienzo recuerda al del primer relato]. En su caso, la esperanza llega de la mano de un chimpancé, al que trata más como a un amigo o familiar que como a una mascota. Se marchan a las montañas de Portugal, donde viven como dos compañeros de piso, ante la estupefacción de los vecinos. En esta historia, que narra una relación igual entre el ser humano y el animal, se desvela la información que conecta las tres fábulas. El mono, además, es una figura recurrente a lo largo del libro. Yann Martel parte de la tradición zoológica para cuestionar la conciencia «superior» que el ser humano tiene de sí mismo en la cultura occidental, y para recordar ese vínculo primario que lo equipara a los animales. Emplea la metáfora de la ceguera: la mayoría no ve lo mismo que ven los protagonistas, porque no ha experimentado la revelación. La incomprensión de la gente aumenta el desamparo del personaje, su condición de inadaptado, pero es justo ahí donde la búsqueda personal cobra valor.

Las altas montañas de Portugal - Yann Martel

Yann Martel

Es difícil exponer unas conclusiones sobre Las altas montañas de Portugal en pocas líneas. Como buena parábola, este libro invita a pensar, a seguir dándole vueltas una vez terminado, a repasar cada detalle. Y, desde luego, no tiene una única interpretación posible. Yann Martel construye una alegoría tranquila que se asienta en motivos bíblicos y de la literatura tradicional, si bien les da la suficiente personalidad para no parecer un pastiche. Tiene un estilo denso, lírico y preciosista, que juega con las metáforas y las oposiciones (el chimpancé y Jesucristo, Agatha Christie y la Biblia, la ternura y el horror). Espiritualidad, religión, amor, muerte, desamparo, camino, transformación; todo eso forma parte de estas historias. En el fondo, el autor nos recuerda la fragilidad del ser humano, y con ello nos empuja a encontrar el bienestar por medio del cambio interior: un viaje renovador para dejar de estar perdidos.

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