La representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, comenzó hoy su gestión en la sede de la organización de 193 países, donde a su llegada pronunció un breve pero amenazante discurso, refiere Prensa Latina.
«Esta es una nueva Estados Unidos-ONU, veremos cambios en la forma de hacer los negocios», dijo en una declaración de poco más de un minuto a decenas de periodistas, camarógrafos y fotógrafos reunidos en la entrada VIP del cuartel general de las Naciones Unidos, en Manhattan, Nueva York.
La exgobernadora de Carolina del Sur aseguró que la nueva administración en la Casa Blanca, encabezada por el presidente republicano Donald Trump, mostrará valores en la ONU, «y la manera de hacerlo es mostrando nuestra fuerza y nuestra voz».
Según Haley, Washington apoyará a sus aliados en la organización fundada hace 71 años para preservar la paz mundial y a la vez se asegurará de que ellos actúen con reciprocidad.
Asimismo, dijo que Estados Unidos «responderá de forma adecuada» a sus adversarios y trabajará de conjunto en ONU «cuando las cosas funcionen, y cuando no buscará la manera de arreglarlas».
«No se trata de trabajar más duro, sino más inteligente (...) Estos son tiempos de fortaleza, de acción y de hacer las cosas», advirtió.
Las breves declaraciones de Haley confirman en principio los pronósticos de no pocos aquí, quienes vaticinan una compleja relación entre la administración de Trump y las Naciones Unidas.
Además de calificar el mes pasado a la organización de «un club donde la gente se reúne para hablar y pasarla bien», abundan las noticias sobre la intención del magnate inmobiliario de recortar el aporte de Estados Unidos a la ONU.
Washington provee a la organización un 22 por ciento de su presupuesto anual.
Haley ya se había encargado de recordar esto hace unos días, cuando acudió al Senado para su audiencia de confirmación.
Después de dirigirse a la prensa sin aceptar preguntas, Haley presentó sus cartas credenciales al secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en el piso 38, sede del despacho del diplomático.| PL/Juventud Rebelde