Las amenazas del miedo

¿Quién es tan tonto para pensar que el comentario de cierta dignataria alemana sobre si Grecia saldría de la Comunidad Europea si ganase tal o cual partido es una filtración inocente? Es una amenaza hecha y derecha, e intencionada, muy intencionada. Es una mierda de estas sobre el amedrantamiento a la población y a su temor intrínseco al cambio social como grupo de masas. Algunos toman por imbéciles y estúpidos a los votantes indecisos. Y eso ha servido durante muchos años, demasiados, tantos como una dictadura. Pero la globalización nos ha mostrado la cara del "monstruo" y su clasismo por mucho que se vista con ropa del "mercadillo" (y no por desprecio el término y decencia de los comerciantes ambulantes, sino por sencillez a precios decente). Por mucho que una casposa clasista se ponga un harapo, clasista te trata. Es como el dicho ese del puteado taxista que vota a la derecha. O los chistes denigrantes sobre los habitantes de Lepe. Argumentos miserables. Miedo y más miedo. Y si no es así, te amenazo con más miedo. Pertenecer a la Comunidad Europea no depende del partido que gobierne en un país. Después hablan de racismo, nazismo o homofobia. Que ellos practican. Otros dicen que esperan que los griegos voten con sensatez política. Ojalá. Y saquen de su parlamento a esa bajatela política que les ha llevado a las puertas del infierno social. Pero no se alejen mucho. Están preparando el terreno para la traca de amenazas que se cierne sobre las elecciones en España. Están gastándose el dinero de la bolsa de pensiones futuras para animar el mercado laboral. Todo se hace con dinero. Si no hay, no hay. Pero, qué casualidad, este año de elecciones cae a raudales y nos quieren vender qué hemos salido de la crisis. Y si somos estúpidos de creer en esas palabras envenenadas de corruptos muertos de hambre de poder y dinero, y nos equivocamos al votar, estaremos los próximos años 2016, 2017 y 2018 sufriendo nuevos recortes y restricciones sociales. ¿En 2019? volverán la recuperación para los nuevos ingenuos indecisos. -Dadme votos, imbéciles-: Dijo el político. Después pide perdón, sigue en la poltrona y sigue cobrando mientras se ríe en la cara mientras se fuma un purito mientras le limpian los zapatos. Tenía que escupirlo. Pido diculpas.