No es la riqueza, ni los ancestros; sino una conducta honorable la que hace grandes a las personas. (Aforismo popular)
En este corto animado de origen francés French roast, que optó al correspondiente Oscar del 2009, tenemos una prueba evidente de que nunca deberíamos fiarnos de las apariencias. Detrás de la amable apariencia de una monja o de la andrajosa apariencia de un mendigo podemos encontrar una desconcertante sorpresa.