Un estudio publicado en Actas de la Academia Nacional de Ciencias arrojó nueva luz sobre las deficiencias de la recopilación de datos de salud de grandes grupos de personas durante la investigación médica.
La creencia popular es que cuanto mayor sea el grupo de sujetos, más representativos serán los resultados del público general. Sin embargo, los científicos descubrieron algo diferente. Algo que podría afectar la forma en que las personas usan apps de fitness. Aquí están algunos de los descubrimientos más importantes:
Los datos de un grupo no indican factores de salud individuales
Cuando los investigadores médicos quieren saber que enferma a los sujetos de prueba, deben centrarse en datos individuales. En lugar de confiar en los hallazgos que recogen del grupo colectivo. La forma en que un paciente se siente de un momento a otro puede variar mucho. Y los procesos de recopilación de datos grandes pueden no mostrar la imagen completa.
Además, hay un riesgo cuando las personas en el campo médico o sectores de las ciencias sociales y del comportamiento dependen demasiado de los datos del grupo. Pues esto puede causar que se diagnostique erróneamente.
Algunas apps de fitness dan demasiados datos
Más de la mitad de las personas en EE.UU. que usaban apps y dispositivos de fitness ya no los usan. Los analistas creen que ese puede ser el caso. Ya que muchos de los rastreadores de fitness actuales recopilan demasiados datos sobre casi todos los aspectos de salud imaginables. Y ya que casi nunca proporcionan consejos prácticos para realizar mejoras, muchas personas pueden sentirse abrumadas.
Las apps de fitness no motivan tu actividad física ni la pérdida de peso
Algunas apps de fitness pueden contarle a la gente más sobre sus estilos de vida. Sin embargo, es posible que esas personas no hagan lo suficiente para realizar mejoras sustanciales. Una investigación de 800 personas en Singapur examinó los efectos de las apps en los cambios de comportamiento durante un año.
Se divide a las personas en tres grupos. El primer grupo no usó apps, el segundo grupo usó Fitbit Zips y el tercer grupo usó apps y también obtuvo recompensas financieras. El resultado fue que quienes recibieron recompensas financieras aumentaron su actividad física. Pero solo durante el tiempo que duró el estudio.
Las apps de fitness no son mágicas
El material de marketing asociado a la mayoría de apps de fitness generalmente muestra usuarios tonificados, activos y seguros. Algunas personas creen que las apps de fitness también harán cambios significativos en personas con enfermedades crónicas.
Por supuesto, si un dispositivo informa a una persona sobre sus niveles de actividad y otros aspectos de salud, esto podría hacer que esa persona quiera tomar en serio el mejorar su estilo de vida. Sin embargo, las características de la vida real que potencialmente influyen en los resultados de bienestar no son tan sencillas.
Las personas podrían decidir que las apps de fitness son demasiado invasivas. O que la cantidad de datos que proporcionan son demasiado grandes. Lo que hace que el material sea lo suficientemente confuso como para causar desaliento.