Revista Opinión

Las aventuras de Tintín

Publicado el 09 julio 2018 por Carlosgu82

Mi primer contacto con el mundo del cómic fue a través de los tebeos de Mortadelo y Filemón, Súper López y 13 Rue del Pércebe. Fueron unas primeras lecturas muy divertidas, llenas de carcajadas. Poco o nada sabía de lo amplio que era este mundo literario, pero me empecé a hacer una idea cuando llego a mis manos uno de los cómics de Tintín. No recuerdo cuál fue el primer título que leí, pero guardo un buen recuerdo de aquello. Aquellas aventuras protagonizadas por el intrépido periodista y su entrañable perro Milú me abrieron un mundo nuevo, aunque debo decir que además de los cómics creados por Hergé no indagué mucho más allá, en otro tipo de títulos y personajes, quiero decir. Mi experiencia con Tintín fue definitivamente total cuando siendo aún niño pude ver una serie de animación que adaptaba sus cómics. Se llamaba “Las aventuras de Tintín”, y me sirvieron para conocer mucho más su mundo, con todos sus personajes e historias. Tuve la suerte además de conseguir la colección completa de la serie, eso sí, en versión VHS. Aquellos vídeos acabaron como tantas otras cosas de mi infancia, esto es, en la basura. ¡Menudo error! Creía que una tecnología tan desfasada no merecía la pena conservar y al llegar a mi edad adulta me arrepentí de mi decisión.

Como casi todo en la vida siempre hay alguna solución para corregir un error. Podría haber conseguido la colección de la serie en dvd, aunque no es que haya buscado mucho que digamos. Por eso me he llevado una gran sorpresa cuando me he encontrado en el catálogo de Netflix la colección completa de “Las Aventuras de Tintín”. Consta de tres temporadas, con trece episodios cada una. En cada capítulo se adapta alguno de los cómics, aunque no están todos. Al ser un formato diferente, muchos de los capítulos tienen primera y segunda parte, ya que sería imposible narrar las aventuras a través de los escasos 20 minutos de cada episodio.

Uno de los aspectos positivos de esta serie es que utiliza el mismo estilo de dibujo de los cómics. Cada escena animada recuerda mucho a cada viñeta, y de hecho alguna de esas viñetas está representada en la propia serie. Es un trabajo increíble el que hicieron con los dibujos porque transmiten la esencia de lo que disfrutabas en los libros. La única diferencia con respecto al trabajo original está en los guiones, pues tuvieron que adaptarlos a los nuevos tiempos. La serie es de principios de los noventa y muchos de los personajes están ligeramente “suavizados”. El caso del Capitán Haddock es el más evidente puesto que en la serie no le da tanto a la botella como en los cómics. En cualquier caso el resultado final fue alucinante.

Tengo varios episodios favoritos pero si tuviera que quedarme con unos pocos elegiría sin duda “Objetivo la Luna” y “Aterrizaje en la Luna”. Me parecían alucinantes cuando era niño y me lo siguen pareciendo ahora. Ambos cómics eran mi favoritos cuando los leí por primera vez, incluso creo que esos fueron los primeros que leí de Tintín. La historia era toda una aventura. Viajar a la Luna y volver. Y encima con algún que otro inconveniente que no voy a desvelar, pero que ampliaba la experiencia aventurera de sus protagonistas, incluida la del perro Milú. Pensando además que los cómics originales eran de principios de los años cincuenta, le das aún más valor a la imaginación de Hergé, que consiguió adelantarse unos pocos años a la llegada del primer ser humano a la Luna (aunque Hergé no fue el primero que literariamente se acercó al satélite de la Tierra).

Por eso me ha parecido una gran idea recomendar esta serie de animación ahora que está disponible en Netflix. Y si además sirve para que más de uno se interese por el universo de Tintín, mucho mejor. Tengas la edad que tengas, no dejes de ver “Las Aventuras de Tintín”.

Para saber un poco más sobre el mundo de los cómics:

Breve historia del cómic


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