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Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio

Publicado el 30 octubre 2011 por Sidhe @leanansid

Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio

Qué puedo decir del famoso reportero del tupé y los bombachos que no se haya dicho ya...

Por fin ve la luz la primera superproducción animada sobre las aventuras del intrépido joven que saltó de las páginas de Le Petit Vingtième al mundo, y lo hace por todo lo alto y de la mano de los inefables Steven Spielberg y Peter Jackson.

Con Tintín y el Secreto del Unicornio cualquiera puede pasar un rato increíble, desde los pequeños de la casa hasta los más nostálgicos, pasando por quienes aún no hayan tenido el placer de conocer a este joven aventurero creado por el artista belga Georges Remi (A.K.A. Hergé). Veamos a qué aventuras se enfrenta este carismático e inmortal héroe del comic en su primera aventura del nuevo siglo.

Tintín es un joven periodista belga que junto a su perro Milú ha vivido un sinfín de aventuras. Juntos han dado al traste con los planes de más de una organización criminal y han recibido honores y vítores de reyes y presidentes. Un día, nuestro héroe se ve envuelto sin querer en una trama en la que, con la ayuda del huraño Capitán Haddock y los despistados detectives Hernández y Fernández, ha de impedir que una banda de malhechores se haga con un antiguo y fabuloso tesoro más allá de toda imaginación.

Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio

Antes de nada, cabe decir que esta Tintín y el Secreto del Unicornio no es la primera adaptación a la gran pantalla de las aventuras del correctísimo héroe belga. Los más cinéfilos recordarán Tintín y el Misterio del Toisón de Oro (1961) y Tintín y las Naranjas Azules (1964, rodada en España), dos peliculitas de bajo presupuesto con actores reales y que no pasan de curiosidad para fans acérrimos. Esta es, pues, la primera vez que nuestro reportero favorito se decide a conquistar Hollywood. Y lo hace porque El Rey Midas de Hollywood estaba empecinado en adaptar sus historias desde 1983.
Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio

Hablando del apartado visual, hay que admitir que este Tintín supone toda una virguería técnica. La película, como seguramente ya sabréis, ha sido rodada con actores para después aplicar imágenes generadas por ordenador una vez capturados sus movimientos. Esto quiere decir que nada de lo que vemos en pantalla es real. El agua, los maravillosos efectos de luces y sombras, los detalles que van desde las ropas hasta el más mínimo desgaste de una baldosa... todo ha sido mimado con detalle para ofrecer un espectáculo indescriptible. La única pega que le veo es el (mínimo) valle inquietante que aún persiste en los rostros de los personajes, algo acartonados y chanantes. Las manos también han sido algo malogradas.
Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio

Y en cuanto a la película en sí misma, Tintín y el Secreto del Unicornio es una auténtica gozada. Una peli de aventuras de las de los 80, de cuando Spielberg era Spielberg, pero manteniendo el espíritu de los álbumes de Tintín.

La historia es inédita, aunque basada (libremente) en los álbumes El Cangrejo de las Pinzas de Oro, El Secreto del Unicornio y El Tesoro de Rackam el Rojo. Los escenarios están plagados de innúmeras referencias a los comics, la mayoría de los secundarios son fácilmente reconocibles y se respira auténtico espíritu tintinero en cada uno de los 107 frenéticos minutos de duración de la obra.

Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio


Esta Tintín y el Secreto del Unicornio, concebida para ser la primera de una futura trilogía, es, en definitiva, buena como película y como adaptación. Trepidante y divertida, con el humor al que estamos acostumbrados y muy blanca (como debe de ser una película de Tintín que se precie), ofrece un rato agradable y deja un buen sabor de boca. Con un tono marcadamente indianajonesesco, no obstante este Tintín tiene los ingredientes que han hecho de sus álbums todo un referente del comic mundial: coloridas aventuras por medio mundo; el Capitán Haddock, memorable como siempre; Tintín, un soseras como está mandao y Hernández y Fernández, tan despistados como siempre.

Lo único malo es que el personaje de Milú está algo desvirtuado (no habla, es decir, que no conocemos sus pensamientos), y que la aventura podría haber sido algo más clasicista. El Capitán Haddock no jura tanto en arameo como debiera, pero, al fin y al cabo, son detalles sin importancia que no deslucen el resultado total.

Había que presentar a este intrépido reportero a las nuevas generaciones, y este film es sin duda una gran carta de presentación.

Como he dicho, tanto los neófitos como los veteranos tintineros (que dejarán escapar más de un suspiro nostálgico) no saldrán defraudados del cine. Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien con una peli con el calificativo de especialmente recomendada para la infancia.

Puntuación: 8 aventureros wasabis.

Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio


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