La historia (ojito al trailer de un poco más arriba) nos pone en la piel (y nunca mejor dicho) de una especie de hombre patata, en nuestra particular cruzada por encontrar 'la Verdad' ("the Troof" en el 'gang-english' del juego). Así que armados con un par de piernas y nuestro super poder de salto, tendremos que avanzar a lo largo de cinco niveles repletos de peligros para intentar descubrir la razón de nuestra propia existencia y conocernos. La cosa está en que nuestro viaje no va a ser nada sencillo, y a poco que demos unos pasos numerosos enemigos tratarán de confundirnos y ponernos las cosas difíciles, ya sea mediante sus crípticos mensajes, o porque con solo tocarnos perderemos una vida.
¡Y empieza la aventura!
Potatoman Seeks the Troof es básicamente un plataformas clásico, con unos diseños de escenarios y niveles fuertemente influenciados por los antiguos cartuchos para Atari 2600 y similares (sólo tenéis que echarle un vistazo a esos pixelotes), en la línea de los juegos anteriores del pequeño estudio indie. Algunos detalles como efectos especiales o el movimiento de la cámara virtual que nos sigue, delata su concepción moderna, pero fuera de este aspecto el resto del juego rezuma desarrollo viejuno y situaciones realmente surrealistas que hacía tiempo que no veíamos en un videojuego. Desde tiburones que prácticamente vuelan en el aire en una ciudad, hasta cactus saltarines o huevos de ave gigantes que buscan nuestra muerte. Empezando por nuestro propio personaje, un pobre diablo en búsqueda espiritual, lo cierto es que la atmósfera que rodea el juego es muy original y divertida.
El resto de 'clones' nos confundirá en este nivel aparentemente sencillo
Los controles son sencillos. Cursores. Andamos hacia la izquierda o la derecha y saltamos. No hay más, ni se necesita. En realidad Potatoman es un juego de primeras partidas, feroz en el primer contacto, pero aplacable una vez que conozcamos donde nos encontraremos con los peligros. Esos primeros minutos son realmente satisfactorios, nos pondrán las pilas, aunque por desgracia se diluye al poco que sepáis donde o como saltar, no hay mucho momento 'random' en el juego. Comenzamos con un número de vidas determinado que irá aumentando a medida que avancemos en el juego. También hay 'checkpoints' dispersos en las fases, por lo que no tendremos que volver al principio toda vez que perdamos una vida. En cualquier caso nuestro protagonista responde a la perfección a los controles y que el juego esté disponible para Windows y Mac es un aliciente más para los jugones más curtiditos del lugar.
Personajes que nos encontramos nos van dejando mensajes
No habíamos comentado la banda sonora, también marchosilla y diferente según el nivel en que nos encontremos. Poseen un ritmo más actual y moderno que el resto de Potatoman (sin obviar unas bases pasadas), pero casa bien con el juego. Sin estridencias afortunadamente. Los sonidos parecen sacados de juegos antiguos. Una especie de mezcla entre efectos Atari y NES. Nos encantan en realidad, están muy bien traídos.
¡Ojo con ese camión!
Potatoman nos está gustando. No parece ser un juego muy largo aunque aún no nos lo hemos pasado, y por 3$ parece una compra seguro a poco que queráis recuperar viejas mecánicas y darle un poco de originalidad a vuestro disco duro. Además, el juego lo podréis encontrar en un par de recopilatorios (Pixeljam Octology) que la gente de PIXELJAM tiene ahora mismo promocionando en su web, por si os interesa adquirir alguna de sus otras producciones.Visita la web oficial de Potatoman Seeks the Troof
Escucha la banda sonora desde Bandcamp