Revista Cultura y Ocio

Las baladas del ajo. Mo yan

Por Mientrasleo @MientrasleoS

Las baladas del ajo. Mo yan
     "-¡Gao Yang!
     El sol del mediodía calentaba con fuerza y el aire polvoriento transportaba el hedor del ajo podrido después de un prolongado periodo de sequía. Una bandada de cuervos de color índigo atravesaba cansinamente el cielo, proyectando una sombría cuña sobre el suelo. No hubo tiempo para trenzar el ajo, que se amontonaba desordenadamente sobre la tierra, y emitía una insoportable fetidez en su proceso de cocción bajo el sol."
     Hace unos días hice una entrada sobre las cábalas sobre el ganador del Premio Nobel de literatura. Incluso organicé unas apuestas con nombres que iban empezando a posicionarse para conseguir el galardón. Estaban los de siempre, Murakami, Roth... y algún desconocido. Lo cierto es que saqué unos cuantos nombres de autores sumamente interesantes de vuestras apuestas.... pero nadie acertó, y cuando nos encontramos con Mo Yan como premiado, poco o nada podía decir de él que no fuera buceando por la red. Así que, siguiendo la iniciativa del Café literario me embarqué en la lectura del libro que coloco a estas horas en mi estantería virtual. Hoy traigo, Las baladas del ajo.

     El gobierno comunista anima a los granjeros a plantar ajo. Esto se traduce en que los granjeros han de recorrer enormes con sus cosechas, pagar unos impuestos elevados y luego... no pueden vender porque los almacenes ya están llenos. Ello lleva a la sublevación, represión y el encarcelamiento de población.
     Cuando otorgaron el premio a este autor me estuve informando, su seudónimo, que significa "No hables" es representativo de la vida que conoció, de la frase que le dijeron de niño, de la represión... y su literatura comparada con la de Kafka. Una obra crítica contra el comunismo muchas veces, que hablaba desde el pueblo. No pude evitar hacerme ideas. Sabiendo incluso que estaba ante novela asiática empecé a hacer cábalas sobre historias de Las uvas de la ira, y Catedrales de Carver. Nada más lejos de lo que me encontré.
     Las baladas del ajo son baladas porque así nos lo indica el comienzo de cada capítulo, y por algunas descripciones que nos encontramos de camino. Es una novela coral que nos relata la vida de ciudadanos llanos. Viven en una aldea del país en los años ochenta y sufren represiones, torturas, encarcelamientos y traiciones que soportan por pura supervivencia. Pronto nos encontramos a los dos protagonistas principales, Gao Yang y Gao Ma, primos detenidos por hacer una huelga. Y con este último el amor que también se presentará en su forma más trágica. Porque si el final de este amor provoca pesadillas en su protagonista, bien pudiera provocárnoslas el libro entero por lo que allí nos cuenta Mo Yan.
     Y sin embargo no es así, o tal vez soy yo que no supe apreciar la grandeza de la obra. Pero me costó conectar con ella, dejarme llevar por sus historias sintiéndolas como algo personal. Tal vez porque el empuje político ensombrecía en muchas ocasiones el resto de la historia. Patente en sus letras, no nos presenta un programa político o una crítica directa establecida con puntos y comas, pero si que iba teniendo la sensación de que se trataba más de eso que de las historias que allí se entretejían. Tradiciones ancestrales se mezclan con denuncias que están al cabo del día, como la corrupción y la censura, y lo difícil que ve el autor que este país se modernice de forma homogénea.
     Hoy dejo este libro con un sabor agridulce porque no resultó como esperaba. Supongo que para mi segunda oportunidad tendré que buscar el contrapunto, saliendo de ese realismo descarnado para ver si así me siento más cómoda. Aunque... dejaré pasar un tiempo antes de eso.
     Y vosotros, ¿alguna vez habéis comprado un libro por el reconocimiento del autor y os ha dejado con esta sensación que os comento y que se asemeja a "me he debido de perder algo"?
     Gracias

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