Revista Historia
Mal hace Rajoy en oponerse a los planteamientos de Syriza ante la UE y el FMI para llegar a una solución a sus problemas de financiación, máxime cuando él sabe, o debería saber, que una coyuntura internacional desfavorable pondría de manifiesto la fragilidad de esa recuperación económica española que tanto esgrime. Un aumento de los precios de los combustibles, el estancamiento de las exportaciones, un aumento de la prima de riesgo y un endurecimiento de las condiciones del BCE para aportar liquidez al sistema, nos llevaría de cabeza a una situación peor que la que existía en junio de 2012 y esta vez con el agravante de que la supuesta fiabilidad del gobierno antes los acreedores privados se vería muy perjudicada y que ya no queda prácticamente nada de donde recortar. Rajoy debería saber que cuando le cortan las barbas al vecino es conveniente poner a remojo las propias.
Rajoy saca pecho y le dice a propios y extraños que todos pueden estar tranquilos, que en España nunca pasará lo que en Grecia y lo dice olvidando que llevamos el mismo camino. Unas declaraciones que nos recuerdan eso de la "Champions League" de la economía en la que nos situó Zapatero meses antes de que todo se fuera por la borda. Por un lado ha quedado demostrado que las políticas de austeridad no han hecho más que empeorar la situación y por otro la deuda pública española sigue en aumento sin que nada haga pensar que vaya a estabilizarse.
Desde que Rajoy llegó al poder la deuda pública española ha aumentado en 301.000 millones de euros (301.000.000.000 euros), a razón de 75.000 millones anuales, y al 31 de marzo de 2015 está situada en 1.046.192 millones de euros (1.046.192.000.000 euros), una cantidad equivalente al 98% del PIB, prácticamente un 72% más que cuando él llego a la Moncloa. Una "excelente" herencia para quien le sustituya a la que hay que sumar otros 30.000 millones sacados de la hucha de las pensiones.
En Grecia fue la derecha gobernante la que provocó su situación actual y en España está ocurriendo lo mismo, cosas de seguir el guión marcado por la UE sin rechistar para poder seguir siendo financiados, para poder seguir endeudándonos, siendo totalmente correcto afirmar que sin la financiación exterior la empresa España se vería obligada a presentar una suspensión de pagos, tal y como parece que va a pasar en Grecia.
Los patriotas de tertulia cargan contra Syriza y avisan de que si en España llega a gobernar la izquierda nos veríamos como los griegos, para esto España si es Grecia, olvidando intencionadamente que ni Syriza, ni IU ni Podemos son en absoluto responsables de la situación en la que nos encontramos. Una situación de huida hacia delante y cortoplazista que está condenando a la pobreza a generaciones enteras y que debe ser revertida cuanto antes.
Los grandes líderes siguen llenándose la boca de Unión Europea, Euro, .....Grecia, España, pero ninguno de ellos a excepción de Tsipras habla de los griegos, o de los españoles en el caso de Rajoy. Atacan a Tsipras por convocar un referendum, normal, para ellos el pueblo solo puede hablar cada cuatro años. Yo me pregunto que habría sucedido si la pérdida de derechos que supuso la modificación del artículo 135 de la CE78 aprobada por PP y PSOE se hubiese sometido a consulta entre los españoles. De no haberse autorizado una cosa es segura, nuestro endeudamiento no se habría convertido en impagable tal y como muchos expertos afirman, bastante tenemos con pagar sus intereses, ni más ni menos que 100 millones diarios, 37.000 millones de euros al año, el 3% del PIB. Una deuda que cada año se renueva sin amortizar nada y cuyo montante parece no tener limite. Esta ha sido la excelente gestión de Rajoy, endeudarnos hasta el rabo de la boina.
En fin, ya veremos lo que pasa en Grecia y ya veremos lo que pasa en España, cuando nos enteremos bueno sería que nos explicasen de verdad lo que va a pasar con los griegos... y con los españoles.
Benito Sacaluga