Revista Salud y Bienestar
Un estudio, publicado en Injury Prevention, BMJ, (Revista Médica Británica). llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Vermont, y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, que involucró a más de 1.870 adolescentes de entre 14 y 18 años de 22 colegios públicos en Boston. Éste incluía cuestionarios sobre los hábitos de consumo de los adolescentes. En particular, se les preguntó cuántas bebidas gaseosas no dietéticas habían bebido en los pasados siete días. Los datos mostraron que casi 30% de los jóvenes habían bebido cinco o más latas (de 335 ml.) a la semana, clasificado como alto consumo. Los jóvenes también respondieron preguntas sobre su conducta, por ejemplo si habían estado involucrados en comportamiento violento hacia sus compañeros, hermanos, pareja, o habían llevado una pistola o cuchillo durante el año anterior. Al comparar los datos los investigadores encontraron que los adolescentes del grupo de alto consumo mostraron haber estado involucrados en algún comportamiento violento hacia sus compañeros, familiares y parejas. Incluso tomando en cuenta factores como el consumo de alcohol, género, tabaquismo, cantidad de sueño en días de escuela, los resultados mostraron “una relación clara” entre la dosis de bebidas consumidas y el comportamiento, afirman los científicos. Una posible explicación de esta asociación podría estar en el contenido de azúcar o cafeína que contienen estas bebidas ya que se sabe que el consumo de bebidas azucaradas ha sido vinculado en el pasado a conductas irritables y violentas.