Estoy en la recta final, pero este embarazo se me está haciendo más largo que un día sin pan. Miro atrás y me parece que desde aquel test de embarazo precipitado ha pasado muchiiiisimo tiempo. Además no ha sido muy llevadero, primero por las náuseas y vómitos, después por el tiroides, con aquel hambre enfermizo y las taquicardias y el malestar permanente, el cansancio, etc. Además tuvimos que pasar el mal trago de la amniocentesis y ahora el reposo. Qué nueve meses más largos.
Pero…el embarazo tiene su lado bueno, y es que tanto en este como en el anterior, mientras ha durado ha habido algunos cambios positivos para mí:
1. Adiós a los pelos! Mi sueño! El vello ha disminuido muchísimo y casi casi me puedo olvidar de la depilación. Viva la revolución hormonal.
2. Adiós a las migrañas. Imagino que es también cosa de las hormonas.
3. Adiós a la alergia, en todos estos meses no me ha dado guerra. Estaba preocupada entre comillas porque en el embarazo no podría tomar antihistamínicos, pero es que no los he necesitado.
Todas estas incomodidades sé que volverán cuando termine el embarazo, pero bueno, digamos que unas cosas por las otras.