Las brujas, Roald Dahl

   Que Roald Dahl es uno de mis autores favoritos no es ningún secreto. Lo era ya de niña, disfrutaba mucho de sus historias, pero al volverlas a leer de adulta, las sigo disfrutando igual. 
   Esta novela no la había leído antes, y es una pena, porque estoy segura de que se habría convertido en mi libro favorito. Aún así, me ha encantado leerlo ahora y me lo he pasado genial entre sus páginas. 
   Es una historia trepidante sobre un niño que se ve obligado a enfrentarse a las terribles brujas, por una desgraciada casualidad. Estas brujas son seres horribles: son calvas, tienen garras como de gato en vez de uñas y ¡no tienen dedos en los pies! Esto me ha hecho especial gracia, distinguir a las brujas porque no tienen dedos en los pies, pero aún así, se embuten unos zapatos de punta muy estrechos para disimular. Ah, también tienen los orificios de la nariz más grandes y con ellos pueden oler a los niños, que despiden un olor a caca de perro que les desagrada mucho. En gran parte, por eso quieren acabar con todos los niños del mundo. 
   Es de los libros más "complejos" de Roald Dahl. Lo pongo entre comillas porque no sé muy bien cómo expresarlo, pero diré que se parece más en narración y estructura a Matilda o Charlie y la fábrica de chocolate, que al Superzorro, por ejemplo. 
   Me ha gustado muchísimo, pero es uno de mis autores fetiche, así que sé que si abro un libro suyo, me va a gustar. Este me parece de los mejores que tiene, así que os lo recomiendo encarecidamente, especialmente si tenéis niños con quien compartir la lectura, pero si no, ¡qué más da! Hay que estar en contacto con el niño interior, ¿no?
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