Retornamos de las vacaciones y vuelve el blog! Gracias por esperar.
En esta ocasión esto casi entra en “Hablemos sin Saber”, pero es justamente lo contrario, acá desmienten una creencia popular y bastante pava. No se si les hicieron alguna vez esa prueba de “El vaso de agua y la mala onda”.
El tema es el siguiente, según los que creen en esta teoría, uno al irse a dormir debe dejar un vaso de agua al lado de la cama y si a la mañana siguiente lo encuentra con burbujas es porque tiene “mala onda”.
Claramente esto no es así, pero a veces los que no somos “duchos” en estas cuestiones no sabemos por que suceden las burbujas. En el sitio de Facebook “Ciencia para Contar” nos dan la explicacion que suena más creible que la teoría de la “mala onda”. Les dejo el texto:
“Se te llenó el vaso de burbujas. Te dije que acá había mucha mala onda”.
Seguramente todos alguna vez escuchamos que el vaso con agua debajo de la cama, en la mesita de luz o donde sea es un indicador de las malas vibraciones en el ambiente y captura la “mala onda” en forma de burbujas. Pues no. Vamos por otro mito.
El aire que respiramos es una mezcla de gases que tiene más o menos siempre la misma composición (aproximadamente 78% de nitrógeno, 21 % de oxígeno, y 1% de otros gases como dióxido de carbono, argón, hidrógeno, ozono, etc.), más allá de las pequeñas variaciones que pueda introducir un aire acondicionado, la contaminación ambiental o el sahumerio que prendió la tía.
En el agua también hay gases pero están disueltos. La cuestión es que cuanto menor es la temperatura del agua, más gas puede disolverse (aumenta su solubilidad) y cuanto mayor es la temperatura, menos gas puede quedar disuelto (disminuye su solubilidad).
Y esto es lo que pasa en nuestro vaso de agua. Generalmente la temperatura del agua de la canilla es un poco menor que la del ambiente (y ni que hablar si sacamos el agua de la heladera) así que puede tener mucho gas disuelto. Además sale a mayor presión (y esto también hace que pueda haber más gas en solución). A medida que pasa el tiempo y el agua va llegando a la temperatura del ambiente, la solubilidad de los gases se va haciendo menor. Por lo tanto, no todo el gas que venía originalmente disuelto puede seguir así. Entonces, empieza a escaparse y esas son las famosas burbujas.
Igualmente no les pido que me crean: compruébenlo ustedes mismos. Llenen tres vasos, uno con agua de la canilla, otro con agua bien fría y otro con agua hervida. Déjenlos toda la noche y a la mañana siguiente miren lo que pasó.¿Todos tienen la misma cantidad de burbujas