Las verdes tierras de Dingle, S.E. de Irlanda fueron testigo en el siglo XVI de una de las matanzas más trágicas de su Historia.
Eran tiempos de guerra y por entonces, el enfrentamiento directo entre los valedores del Catolicismo y los defensores del Protestantismo configuró un panorama político y religioso totalmente intranquilo.
Como resultado, más de 600 personas fueron brutalmente asesinadas.
Smerwick, 10 de septiembre 1580, las huellas de la violencia. Desde un primer momento, los lugareños que iban hallando los restos de los caídos procedieron a enterrarlos en las dunas de arena de las playas aledañas.
Un hecho que ha producido que, siglos después, se hayan seguido encontrando piezas óseas en aquel lugar.
Un entorno del que ya quedan pocos recuerdos. Tan sólo un monolito conmemorativo y alguna que otra piedra de la antigua fortificación.
Sin embargo, son muchos los vecinos que aseguran, a día de hoy, que Smerwick está maldito y que, en ocasiones, pueden escucharse los desgarradores gritos y lamentos del pasado.
Fuente:
- "Milenio 3: La costa de las cabezas cortadas".
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