Las calles de Caracas

John salía de un local de Las Mercedes, tomó la avenida principal pero iba revisando su celular. Compartía con su grupo de amigos las aventuras del plan que acaba de concluir, los segundos se hicieron cortos y tenía dos motos – una de cada lado de su coche – haciéndole saber que su vida cambiaría en ese momento. En el chat con sus amigos se extrañaron pero como a veces dejaba de responder pensaron que había llegado a casa.

(Fuente: Panoramio - EEUU)

Carol salió de la UCV con destino a los Palos Grandes a protestar por el país que le robaron. Llegaron con el ánimo del que está peleando por su futuro, cantos y alegría para despertar a los que aun duermen en una realidad que no existe. Los minutos pasaron y cuando el sol anuncia que se va, caen varias unidades de los órganos de represión del estado acompañados con estos civiles que tienen licencia para matar. Aunque los estudiantes supieron juntarse la confusión reinó y en un dos por tres estaba en una moto entre dos miembros del organismo de represión, su destino incierto.

(Fuente: Ultimas Noticias - Venezuela)

Henry tenía la cara de alguien que no la está pasando bien. Estaba en plena Avenida Solano, cuando el sol avisa que viene, cerca de un local conocido en esa zona. Su mirada estaba dedicada a los vehículos que venían, evidentemente estaba esperando a alguien, por detrás en plena acera lo intercepta un tipo:
-   No voltees.-   Ok, aquí tengo lo acordado, no tenemos más.-   Dámelo, no voltees, déjame revisar.-   ¿Dónde está mi hijo?-   Tranquilo, todo está bien, ve y búscalo en la segunda bomba saliendo de Caracas por Tazón.

(Fuente: Panoramio - EEUU)

Tom salió de su clase, caminaba por la avenida Páez del Paraíso, justo acaba de pasar un sitio de protesta del que se sentía identificado pero temía quedarse. Siguió caminando cuando vio pasar varias motos de los organismos de represión  cruzando la mirada con uno de ellos, sabía que algo estaba mal. Minutos después fue abordado por una de esas motos, se lo llevaron, nadie sabe a dónde.

(Fuente: Panoramio - EEUU)

Theresa bajaba de su casa para ir a su trabajo, con el temor de siempre pero el ánimo de luchar, se acercaba a la avenida Sucre de Catia para tomar el bus que la llevaría a su trabajo. Es típico que pasen cientos de motos de ida y vuelta pero ese día pasaron dos motos intercambiando disparos, uno de ellos le tocó. Un particular la recogió del suelo, la montó en su unidad para llevarla al hospital a ver si llegaban a tiempo pero por sobre todo a ver si había como salvarla.

(Fuente: Flickr - EEUU)

Charles llegó de madrugada al Bicentenario de Plaza Venezuela, tenia 100 personas adelante y estaba seguro que podría conseguir harina pan y demás productos de lujo. Llegó tranquilo a pesar del meneo diario del Metro, leía su periódico pero le preocupaba que un grupo que estaba adelante se estaban alterando por los rumores que empiezan a correr: No llega, no hay, uno por persona, no digas que eres opositor, etc. Golpes de ida y vuelta, se armó la reyerta de estas ocasiones, llegaron los organismos de represión y empezaron a librar la respectiva batalla contra los ciudadanos, a Charles le tocó y se lo llevaron.

(Fuente: Noticiero Digital - Venezuela)

Estas son las historias de nombres, diferentes para no caer en casualidades, que se viven con normalidad en la capital de la dictadura y seguramente en la gran mayoría de las ciudades de Venezuela. Es la causa por las que muchos luchan, otros se van, algunos callan y otros ignoran para no comprometerse. Es la complicidad, y especialmente impunidad, con la que el régimen dialoga con la oposición mientras la gente ve cada vez más lejos su país: Porque se fueron o porque están seguros que no volveremos a tener el país que tuvimos o el país en el que todos pudiéramos vivir.

(Fuente: La Patilla - Venezuela)

John sufrió un secuestro exprés y aunque lo despojaron de muchas pertenencias y le dieron un “cariño” psicológico de los de la quinta república. Carol salió libre pero tiene régimen de presentación, no puede salir del país. Henry llegó como un loco a la segunda bomba vía Tazón y encontró a su hijo que ya estaba recibiendo ayuda por la gente de la estación de gasolina. Tom, al igual que Carol, está libre pero tiene régimen de presentación. Theresa llegó a tiempo al hospital y pudo ser salvada, está en reposo y próximamente vuelve a casa. Charles salió libre y aunque no tiene régimen de presentación tuvo que bajarse de mula, al igual que todos los anteriores. ¡Qué patria Venezuela! 

(Fuente: Flickr - EEUU)