Una vez me dijo mi profesor de Guión Narrativo que después de su asignatura no podría ver una película como una persona normal... que me pasaría todo el tiempo analizando la evolución de los personajes, los giros de guión, los tipos de plano, las elipsis en las historias...
Se equivocaba. Las veo como todo el mundo. En cambio ser periodista sí me ha cambiado la forma de caminar por la ciudad. Cada calle donde un día estuve haciendo un reportaje se ha convertido en una noticia en mi memoria y ante mis ojos ha perdido toda su identidad...
Cuando voy al barrio de la Barzola siempre pienso en aquel hombre de 82 años que no tenía fuerzas ni para caminar y aún así mató a su esposa de 14 puñaladas; cuando paso por el cementerio se me eriza la piel con el entierro de Antonio Puerta; en León XIII veo decenas de policías cortando una calle llena de rabia...
Y veo incendios donde ya no hay fuego, inundaciones donde no hay una sola gota de agua; veo detenciones sin que haya policía y salir cadáveres de edificios donde no pasa nada... Veo entrevistas que hice, totales que me hicieron gracia, y los veo sin que haya una sola cámara...
Y, joder, me da miedo pensar que algún día no quede calle en Sevilla que no me diga nada.