Las campanas de Santiago es la primera novela de Isabel San Sebastián que he tenido oportunidad de leer. Basada en un pasaje de la Reconquista, esta obra medieval que mezcla ficción, historia y leyenda, me ha tenido bastante entretenida e intrigada, sin llegar a situarse como un libro imprescindible, pero sí recomendable para los asiduos del género. Te explico mejor en mi reseña.
Isabel San Sebastián arranca su novela en el año 997 con la llegada de las huestes sarracenas de Almanzor a la ciudad de Compostela. Durante este oscuro episodio para la cristiandad, dos jóvenes personajes ficticios: Tiago, un herrero, y Mencía, su mujer embarazada, se separan en medio del asedio y él acaba siendo apresado por los invasores y obligado a transportar las valiosísimas campanas de su catedral hasta la ciudad de Córdoba, para ser convertidas en lámparas de su bella mezquita. El duro y peligroso camino que los cautivos deben recorrer y su posterior esclavitud a mano de los musulmanes, constituirán un auténtico tormento para Tiago, aunque su mayor losa es no poder cumplir con la promesa que le hizo a su esposa de encontrarla allá donde ella hubiese huido y escondido. Por su parte, los suplicios de Mencía consistirán en lograr encontrar un lugar seguro para sobrevivir y poder criar al bebé de ambos, siempre con la esperanza de ver llegar cualquier día a su desaparecido esposo. Mientras el lector espera intrigado por saber si los dos enamorados volverán a reencontrarse algún día, diferentes pasajes de esta época van desfilando a los largo de las páginas de Las campanas de Santiago con episodios reales de la Reconquista que constituyen un mosaico de la sociedad y cultura de la España medieval.
Esta novela es bastante entretenida, su narrativa es ágil, las descripciones precisas y hay una variedad de personajes tanto del bando cristiano como del musulmán que ayudan a construir una idea de los pensamientos y formas de entender la religión durante esta época de guerra y sangre. Los musulmanes, presentados como bárbaros sanguinarios desde el punto de vista de los cristianos, también aparecen como depositarios de grandes avances en el arte y la ciencia con sus bellas construcciones y sus estudios en matemáticas, medicina y otras ramas que los cristianos ven como sacrilegio, anteponiendo su fe absoluta a su dios y su palabra. La imagen que la autora construye de una España forjada a fuego por el enfrentamiento entre cristianos y musulmanes puede resultar bastante fidedigna y, además, la aventura y los pasajes de acción agilizan bastante esta historia sobre la tragedia de una pareja condenada a estar separada y anhelarse en un mundo dividido. ¿Lograrán reencontrarse algún día?
Aunque Las campanas de Santiago me ha gustado bastante, tampoco situaría a su autora entre mis favoritas del género histórico, estando muy lejos, por ejemplo, de Santiago Posteguillo, Julia Navarro, Ken Follett, Ildefonso Falcones o Chufo LLórens (entre otros) eminencias para mí en dicho género. No me malinterpretes, esta novela no está nada mal y es recomendable, pero no me ha dejado con el ansia de seguir los pasos de Isabel San Sebastián como han logrado otros escritores. Creo que a la autora le falta un poco de gancho y profundizar más en el contexto histórico que presenta.
Si te apasiona la Historia y, más concretamente, la oscura época medieval, este libro no te durará mucho entre las manos, porque se lee de un tirón y te resultará satisfactorio. Yo seguiré a la caza y captura de novelas históricas. ¡Te cuento más en próximas reseñas!
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