Hasta el siglo XIX, se consideraba que el Cantar de los cantares de Salomón contenía la canción de amor más antigua, pero los descubrimientos de los textos de las arcaicas civilizaciones mesopotámicas demostraron que este género era aún más vetusto. Ahora sabemos que los sumerios no solo cantaban tanto al amor divino como mundano, sino que representaban sus escenas.
Según sus protagonistas, estas se pueden agrupar en tres categorías cuyos límites son difusos. Podían implicar una relación entre dioses con conexión a un ritual o sin ella, como en el caso de Dumuzi e Inanna, dioses de los pastores y del amor sexual, la fertilidad y la procreación, respectivamente. El matrimonio entre dioses podía ser representado por un rey que se casaba con Inanna, representada por una sacerdotisa, o por su reina o concubina. Este podía repetirse tradicionalmente en una fecha señalada, como el día de la coronación, el Año Nuevo o para determinar el destino en relación con la coronación del rey. Esto es lo que podía señalar 1 Reyes 11:5, donde se menciona que Salomón siguió a Astarté, diosa de los sidonios. Por último, también tenían cabida aquellas canciones ambientadas en la vida diaria, sin reyes ni referencias mitológicas. La corte, los templos y las escuelas eran las fuentes de estas composiciones.
La relación entre los dos primeros tipos puede ser antiquísima, pues, en las listas de reyes, Dumuzi fue el cuarto rey de la primera dinastía de Uruk en el siglo XXVII a.C. A mediados de ese milenio, es posible que con la sistematización del panteón se estableciera que cualquier rey de Sumeria debiera participar en un matrimonio sagrado con Inanna, la diosa tutelar de Uruk, para asegurar la fertilidad de su pueblo. No obstante, según Enmerkar y el señor de Aratta, Enmerkar, segundo rey de la primera dinastía de Uruk, podría haber realizado el mismo rito.
Las canciones de Dumuzi e Inanna narran el cortejo del primero a la segunda. Hay distintas versiones, mientras en una la convence para que engañe a su madre Ningal y pase una noche con él, en otras le pide la mano de su hija tras llevarle grasa y leche. A partir de aquí siguen el mismo modelo, con elementos comunes como las alabanzas, la preparación de ella, los regalos de él. Muchas de las tablillas con canciones de amor de los reyes están fragmentadas. La más antigua y una de las mejores conservadas es la canción de amor de Shu-Sin (2037-2028 a.C./1973-1964 a.C.), encontrada en Nippur (Ni 2461).
Esposo de mi corazón, mi querido,
espléndida es tu belleza, es melosa,
cariño de mi corazón, mi querido,
espléndida es tu belleza, es melosa
me has cautivado, déjame permanecer ante ti,
esposo, déjame que me lleves a la alcoba,
me has cautivado, déjame permanecer ante ti,
cariño, déjame que me lleves a la alcoba.
Esposo, déjame hacer todas las cosas dulces,
mi dulce, mi tesoro, déjame traer la miel,
en la casa donde dormimos, rebosante de miel,
déjanos disfrutar tu espléndida belleza,
esposo, déjame hacer todas las cosas dulces,
mi dulce, mi tesoro, déjame traer la miel.
Esposo, cuando me hayas complacido,
di a mi madre, "me entrego a ti",
da regalos a mi padre.
Tu espíritu, sé dónde animar tu espíritu,
esposo, duerme en nuestra casa hasta la noche,
tu corazón, sé dónde alegrar tu corazón,
cariño, duerme en nuestra casa hasta la noche.
Tú, porque me amas/porque me has hecho el amor,
quisiera que tus cosas dulces fueran para mí,
señor, mi dios, mi señor protector,
mi Shu-Sin que satisface el corazón de Enlil,
quisiera que tu "lugar" dulce fuera para mí.
Ojalá que tu lugar meloso se embellezca,
coloca tu mano sobre la prenda como un punzón,
extiende la prenda con tu mano como una espátula/cuchara,
es la canción bal-bal-e de Inanna.
Esta es una traducción a partir de la realizada por Alster, más reciente que la de Kramer que suele circular por la red. Aunque está relacionada con un rey y menciona su nombre, esta podría ser una simple metáfora que podría cantar cualquier chica a su amado sin ninguna implicación religiosa.
- Alster, B. (1985). Sumerian love songs. Revue d'Assyriologie et d'archéologie orientale, 79(2), 127-159.
- Kramer, S. N. (1962). THE BIBLICAL" SONG OF SONGS" AND THE SUMERIAN LOVE SONGS. Expedition, 5(1), 25.