En este caso, fue la propia canción la que sugirió el relato y discurrieron paralelos. "Dulce mal trago" es una de esas maravillas que forjaron la venerable trayectoria de Surfin´ Bichos y que dio título a un relato que también acabaría apareciendo en el volumen colectivo "Leyendas Urbanas" (Laria, 2012).Una historia de amistades falsas, de amores y pasión malogrados por la intervención de terceras personas, de la envidia que sobrevuela, impaciente e implacable, sobre quienes se dicen "amigos" y sólo tratan de hacer el mayor daño posible a los que, supuestamente, son sus amigos. La envidia... ¡ay, la envidia! Si, además, se envuelve en una toga beatífica, resulta más incisiva (y perniciosa). Por desgracia, conocemos demasiados casos así...