Revista Deportes
Visto lo visto el tema es extenso. Para empezar hay que afirmar, y reafirmar si cabe, la grandeza de La Roja. La selección española es un equipazo sin lugar a dudas, capaz de lo mejor e , indudablemente, favorita a alzarse con el cetro de campeón Mundial. Eso no creo que lo dude nadie con los números en la mano. España es un equipo abanderado de un estilo. Un estilo genial sin lugar a dudas, que muy pocos equipos pueden practicar, y hablo a nivel histórico. Prácticamente se había olvidado esta manera de jugar al fútbol hasta la aparición del New Barça y de La roja. Ahora la selección, como los culés, se ve en la tesitura de defender un estilo contra viento y marea. Sin embargo, no entiendo esto. Partamos primero de hacer notar que la selección puede adquirir multitud de matices, y por ello, no debería atarse tan claramente a un estilo que ya es conocido por todo el planeta. ¿ Acaso no es mejor sorprender siempre, no haría eso mismo, la capacidad de sorprender, a un equipo aun mejor ? Y es que de la misma forma que el Inter hechó al Barça, el problema está en el planteamiento. Y los culés siendo los mejores perdieron, que nos sirva de lección. Por que por calidad, indudablemente, el Barcelona está a años luz del Inter. Y la Roja respecto a Suiza ni te cuento.... El problema por ende, es en el sistema a aplicar. Los entrenadores como Hittfeld, tan matemáticos, saben como sacar el máximo provecho y rendimiento a sus jugadores, por muy limitados técnicamente que sean, véase el ejemplo de Suiza. Sin embargo, Ottmar es un tipo listo y con ojo de viejo lobo sabe mirar bien ya no sólo las virtudes de los suyos, si no también los defectos del rival. Y ante España lo ha tenido muy claro: plantear un partido muy físico, aprovechar la velocidad en la contra y encerrarse a más no poder, el balón lo único que no importaba era que entrara en propia meta. A partir de ahí, contragolpear todo lo posible. Aprovechar su tamaño. A España esto le ha fundido. Con su clásico planteamiento de mareo total del balón se ha encontrado ante 11 muros sin contemplaciones, y no sólo fuertes, sino rápidos y tácticamente bien entrenados. Máquinas casi sin mente, por así decirlo. Y la fantasía no pudo con la mecánica, simplemente porque no apareció. España tuvo el balón hasta la saciedad, demostró que jugando son los mejores, pero no encontró la chispa de fantasía que hace falta para poder ser contundentes en ataque. Sin darse apenas cuenta, Suiza se fue llevando el partido poco a poco cada vez más a lo físico. Los defensores suizos se mofaron de cada débil acometida española, fuera Villa, Iniesta o Silva. Demostraron ser más rápidos y más fuertes que los delanteros españoles, y estar bien entrenados ante el quiebro. Villa no regateó nada, Silva lo justo, e Iniesta se hartó, pero nunca hacia un lugar peligroso, y sus limitaciones físicas fueron clave una vez más, para que no pudiera brillar. Así las cosas en España sólo destacaban los jugadores más potentes: Piqué, Ramos y Xabi Alonso. Los demás se diluían cada vez más ante la fuerza Suiza, esperando en vano que se cansaran. No lo hicieron, hubieran aguantado así otros 90 minutos más. Del Bosque perdía la paciencia viendo fallar a un sistema tan querido por los españoles, y quiso probar las bandas, buscando la sorpresa. Navas, Torres y Pedro fueron las alternativas, pero los suizos, que ya iban ganando, estaban increíblemente concentrados. Pedro probó lo gran entrenados que están los defensores suizos ante el quiebro, y no dió pie con bola. Torres parece una sombra de sí mismo, y con el físico mermado, sus carencias técnicas se acrecentan exageradamente. Navas se hartó de correr la banda, tiró, lo hizo todo. El sevillano fue el único que inquietó al equipo rojiblanco, pero sus centros no tenían nadie que los rematara. Torres y Villa se chocaban en el área y Pedro esperaba un rebote que nunca llegó. Un día nefasto para el atque español, y Llorente en el banquillo.... La defensa y el centro del campo sin embargo estuvo incluso bien. Para empezar que nadie hable de error de Casillas, pues el gol fue un rebote absurdo de esos que a veces ocurren en el fútbol. Iker despeja con fuerza, el balón pega en Pique, y el suizo Fernandes aparece en medio del mogollón para empujarla. Mala suerte, pero no achacable al portero, sea quien sea éste. La defensa manejó muy bien el partido, tuvieron errores pero forzados por el hecho de jugar al ataque total en el último tramo. Aún así, dieron seguridad. Xabi Alonso jugó genial, pero por muy bien que juegue su aportación no puede mover a todo un equipo. Xavi fue el de siempre, pero demasiado cubierto. Aún así fue de los mejores. Del Bosque tenía que haber apostado por un equipo mucho más atacante, con dos delanteros desde el principio, y, al menos, una banda muy abierta. Apostar por el desborde y la sorpresa, para que el combinado Suizo abriera sus filas y poder dar entreda a la segunda línea con Xavi e Iniesta. Y como solución de emergencia, buscar el físico contra el físico, y que mejor que Llorente. Grave error del madrileño no haber sacado a Llorente hoy. Este tío baja balones como pocos, es enorme y muy fuerte, tiene chispa, sabe buscar la jugada, es buen rematador en cualquier posición y además es hábil con los pies, con lo que el estilo sigue intacto, pero con un tío de 1,95 en vez del disueltísimo Villa. Por cierto, Villa cada vez va a menos. Está lento, sin chispa, no ha desbordado ni una vez, y las pocas que ha pegado han sido ridículas. Además, cuando ha podido brillar con alguna asistencia ha estado egoísta. Tremendamente mal. Torres lo mismo, por mucha gente que le admire, se nota que está en muy baja forma. Me preocupa el estado de nuestra delantera... Aun así ganaremos el mundial. Sólo confiémos un poco en Llorente, y Navas o Pedro como alternativas muy viables. Un saludo!