La CrónicaTenso enfrentamiento entre la policía y los manifestantes cerca del CongresoAl filo de la diez de la noche de este martes, los alrededores del Congreso de los Diputados en Madrid, advertía todavía la presencia de decenas de miles de manifestantes, que desde el mediodía tomaron las calles de la capital española para pedir la dimisión del gobierno por el curso funesto a menos de un año de una legislatura que deja ya drásticos recortes sociales a la vida de las familias españolas.
Lo que parecía que iba a ser un día de desobediencia nacional pacífica en defensa del derecho de reunión, ha llevado la marca de las cargas policiales que entre la tarde y noche exacerbabo los ánimos de los manifestantes-
Al caer la tarde otoñal de Madrid, los antidisturbios del Cuerpo Nacional de Policía cargaron contra los congregados en la zona de Neptuno, al borde del paseo del Prado, en una de las esquinas que da acceso al Congreso. Eran alrededor de las siete de la tarde, cuando cyltelevision captó estas imágenes.
El primer gran altercado se produjo después de que uno de los manifestantes intentara quitar una de las vallas que bloquean el paso a la Carrera de San Jerónimo, en cuya dirección se encuentra ubicado el Congreso de todos los españoles.
La Policía Nacional carga con contundencia, dice la Televisión Pública EspañolaDe otra parte, el Canal 24 horas de Radio Televisión Española (RTVE), la televisión pública del país difundió imágenes con las que justificó que la Policía Nacional cargó con contundencia ante las agresiones de los manifestantes del Congreso. En realidad, la pelea fue mutua, pero a los ojos de todos y a juzgar por las propias imágenes la policía española ha protagonizado, en buena medida, una auténtica paliza sobre el pueblo enardecido que el martes salió a la calle. Decenas, cientos de miles de participantes Al caer la noche, la madrileña plaza Cánovas del Castillo, donde se encuentra la estatua de Neptuno, a unos 200 metros del Congreso, agolpaba ya decenas de miles de manifestantes venidos de toda España. Pero a la altura de las nueve, ya eran varios cientos de miles los que podrían describir las tupidas calles y paseos que dan acceso al Congreso español. Había una sola razón para este día de protestas. La había y la hay: protestar por la situación política y económica actual y gritar consignas a favor de la dimisión del Gobierno de Mariano Rajoy.