Un estudio, del Children's Hospital Oakland Research
Institute (CHORI), y de la UCSF Benioff Children's Hospital Oakland, publicado
hoy en el American Journal of Clinical Nutrition descubrió que el consumo de carnes tanto rojas como blancas aumentan el colesterol en la sangre en comparación con el consumo de proteínas
vegetales. Además, si la dieta contiene altos niveles de grasa saturada, se
aumenta el colesterol en la sangre en la misma medida en las tres fuentes de
proteínas. Los resultados indicaron que restringir la carne por completo, ya
sea roja o blanca, es más recomendable para disminuir los niveles de colesterol
en la sangre de lo que se pensaba anteriormente. El estudio encontró que las
proteínas vegetales son las más saludables. Este estudio, también encontró que
el consumo de altas cantidades de grasa saturada aumentaba las concentraciones de
LDL. Del mismo modo, la carne roja y blanca aumentó las cantidades de LDL en
comparación con las dietas sin carne. Por lo tanto, el uso de niveles de
colesterol LDL estándar como medida del riesgo cardiovascular puede llevar a
sobreestimar ese riesgo tanto por ingesta de carne saturadas como de
grasas saturadas.