Revista Cultura y Ocio

Las casas de la poesía

Por Ada
En un pueblo de Segovia llamado Adrados, nos reunimos durante tres días en el mes de agosto del año 2016, unas cuantas personas que teníamos en común el amor a la poesía y decidimos descubrirla en otras artes... abrimos las miradas, interiorizamos los sonidos y bailamos con las palabras. Esta es la mezcla maravillosa que obtuvimos de esa alquimia que nos poseyó y estos son los poemas de los magos que surgieron de este encuentro con la fotografía, la danza y la música.
 La vida está llena de poesía sólo hay que mirar y escuchar...
LAS CASAS DE LA POESÍA
Rosa Tejedor
Agosto fue el mes de la visita. Por sorpresa, visitamos tres casas en el vecindario de la poesía.
Nos mecía, como claveles adormilados, el intenso calor veraniego de la lentísima media tarde, al otro lado de los cocodrilos.
La casa de la fotografía inauguró nuestra mirada curiosa, con unas imágenes desoladoras sobre la desdicha humana.
Tras el naufragio, los personajes de las fotos buscaban protección, calma, cura, salvación - en la paz-, en el refugio de las costumbres y en la plenitud del sueño.
Visualizamos, junto con nuestra maestra de ceremonias, muchas fotos tristes, conversando, opinando, observando y volviendo a opinar, con las miradas conmovidas de las grises esperanzas alegres.
Segunda casa, visita y tarde: la danza-desfilando por unas fotos lejanas de escenarios exóticos como orquídeas y músicas cercanas con olor a narcisos.
Danzas en flor, abriendo sus pétalos al ritmo pausado, lento, sinuoso, con alas de mariposa recorriendo los cuerpos.
Madame Butterfly siente sus pies anclados, aunque sus brazos alados vuelan en libertad.
El bucle del movimiento envuelve la muerte.
El recogimiento y la pena doliente tras la pérdida de seres queridos.
Los obstáculos, unas veces conocidos, otras cambiantes; mientras el mismo baile relaja el horizonte inquietante.
La danza cimbrea la alegría y la tristeza al compás del nuevo aprendizaje.
La música invade la tercera casa de este pueblo lírico: nuestra mirada traspasa las fotografías escuchando la voz melosa de nuestra sedosa sherpa.
La rotundidad del chelo contundente; la serenidad armónica del violín con su continua superación- la de una aprendiz motivada; la complicidad completa de un piano sonriente.
Todo el universo poético es música en penumbra.
El enigma se viste con la gala del interrogante y se maquilla con la amplitud de una ópera.
El desgarro de un llanto lejano se dulcifica en el eterno viaje, en un tren desvencijado pero callado, más allá, más lejos, colina arriba.
Pendiente escarpada sobre un abismo de esperanza.
Silbatos y bocinas que aglutinan reuniones de familiares y amigos.
Sirenas de películas tristes, opacas, sordas de muerte.
Silencio de pasos vacíos por el transcurrir de los siglos.
Contemporaneidad de recuerdos amigos.
Conmoción de los sentidos ante voces solidarias.
Soñemos con el realismo del chelo.
Dancemos con la sensualidad de la bailaría desdibujada en el lienzo.
Se escucha la serenidad de violines y el esfuerzo enérgico del clarinete en la distancia cercana.
El viajero recorre con su mirada el paisaje: imágenes, fotos, fotocopias, vídeos... de tristeza gris agridulce.
Su voz, como blanca caricia, dirige al espectador absorto, que se embriaga del repiqueteo luminoso de miles de destellos exultantes.
El providencial concierto poético dibuja nuestro mapa con futuro-es obra de nuestra diestra directora.
Naciendo nuevas pieles sobre nuestros ojos.
Más capas, más voces, más luchas, más ofrendas, desde la fotografía, danza y música en el próximo viaje de la poesía.
LAS CASAS DE LA POESÍA
Gonzalo Velasco
Trastorno
La siesta y, de pronto, la poesía… Poesía de trastorno oculto en imágenes que dicen y no dicen, que muestran y que ocultan, que señalan y te preguntan. Viaje al profundo cinismo de un observador que no sé si me provoca o, simplemente, se prostituye. Es luz reflejada, en definitiva, mezclada con poesía. La poesía en estado, encinta.
 Leve, dentro, fuera Sumisión del cuerpo, olvidado en el hoy. Torsión y retorsión. Respiro allí pero me quedo aquí. Danza de muerte que da vida. ------------------- Vida sobre la danza que da muerte. Una escalera de caracol eterna que conduce a una puerta que gira y gira y te conduce. Rutina en la rutina. Rutina en la retina. ------------------- Soy un mendigo del amor. Todos los somos, en realidad. Naces y te mueres, y en el trayecto estás solo. Si es grotesca la mendicidad del amor, Todos pedimos en los semáforos: los semáforos del amor grotesco.
De vivir y de viajar  
De vivir y de viajar con maletas o sin ellas, siempre con uno mismo o con algún colega. El recorrido es lo importante y no dónde se llega que tengas ganas de ver, de sentir, de una experiencia, de algo que te llene el alma ya sea en Santander o en Valencia. El recorrido es lo importante y no dónde te dejas la salud, el dinero y la honra, aunque con el tiempo aprendas que lo dejado en el camino es, en realidad, vida nuestra.
LAS CASAS DE LA POESÍA  
Ana Silva  -1-
El gigante generoso, le llamaban, y todas las culturas le respetaban se llenaban de rabia LAS CASAS DE LA POESÍA ante las injusticias le producían un gran rechazo. Se sentaba a pensar en ellas y como combatirlas con su brillantez habitual pero esta vez y después de mucho llorar Siempre descubría Que en cualquier circunstancia Habría alguien que le decía, siempre estaré contigo
-2-
Descubro que después de muchos días      Preparando desayuno      Solo para uno        Me sobra mucho café….      Mucho….      Demasiado….      ¿No tendré que comprar nunca más?      O mejor aún        a partir de ahora      desayunaré      en cualquier otro sitio   Se hallaba desasosegado. Que me lo sirvan más templado   ante tanto dolor y más amable     
 -3- (Danza Butoh)
El dolor recorre todas las cavidades      de este        y otros cuerpos      es un dolor compañero de viaje      y de vida        siempre fiel y constante      se diluye      a veces…      pocas pero dulcemente… esa frescura ventila el alma.
LAS CASAS DE LA POESÍA
Ricardo Enjuto
Fotografía Espera en la habitación roja. Desespera. Tal vez no aparecerá. Una noche más… Deja sin hojas la margarita y ahora tan solo espera. Frágil, desnuda. Dibuja en su mente el canal umbilical que les unió en el primer encuentro. Espera, pero al fin el ojo inteligente de la bombilla le grita que es el momento de abandonar el hostal. Cruza el umbral cargado de dignidad y…espera.
Danza Butoh Juncos cimbreándose en el lago y en el fondo del agua silencio. Música que mueve los juncos como un silbido y ya nunca, nunca podrán parar. Ingravidez y movimiento: leve, constante, armónico.
Pina Bausch Un ser humano se mueve entre autómatas. Tal vez es el último ser humano sobre la tierra y está asustada. Humanidad robotizada y el último corazón que bombea sangre y mueve brazos. Dominación, huida y búsqueda de libertad.
Kontakthof Los cuerpos grotescos se cimbrean al impulso marcado por la soledad. Patéticos esfuerzos por encontrarse o quizás por salir de sí mismos, por desencontrarse. El reloj de Cenicienta dará las doce y volverán solos, uno a uno, a sus patéticas existencias.
El viaje Íbamos encontrándonos con gente. Hablaban un idioma extraño, ininteligible. Camino, música, cerveza al borde del acantilado. Queríamos nadar así que descendimos el camino a paso lento. Los cuerpos desnudos, la brisa traspasaba nuestra piel. Acababa el día y había que regresar. Ahora un viejo tren de 1912. Cansancio, cansancio, sed, sed. Idiomas extraños, personas amables: Tailandia, la tierra de la pobreza y los palacios extravagantes. Me hizo pensar. Veníamos a descubrir un país y el país nos descubrió a nosotros. Eso es el camino: arena, polvo y descubrimiento.
LAS CASAS DE LA POESÍA
María Eugenia Oviedo
La vida.
La tolerancia de mi ser me muestra la vida que sobrevive, bajo un puñado de golpes, sigilosa sentencia abrumadora que convive con la sonrisa efímera aceptando la naturalidad rabiosa creatividad potenciadora que provoca una identidad fuerte y potente sobrepasando las imágenes de la injusticia fortaleciendo a la víctima del propio yo aderezado con un toque psicótico que hace de mí, ser yo, ser tú.
La luz del camino.
La distancia entre la fuerza y la debilidad hace del ser, un elemento neutro vacío ylleno a la vez de numerosos obstáculos que marcan, delimitan el camino a seguir no importa cuánto empeño pongas tu destino está escrito en tu alma te debes a él de manera exacta asumiendo el color con el que vivirlo solo eso está en tu mano el resto ya está definido
Mi soledad. Siempre asociado a la tristeza Siempre con tintes negativos Que empapan el recorrido Haciendo del mismo una penitencia Ya he despertado de este sueño Que me vendieron como real Ya he traspasado la frontera Donde ella es positiva Donde disfruto de su naturaleza cálida Ya la he sentido y disfrutado Y ahora que ya somos amigas Quiero disfrutarla junto a ti De otra forma, con tu compañía Aunque para eso tenga que renunciar, a esa parte de mí que En ocasiones me define.
LAS CASAS DE LA POESÍA
  
Marta Silva Me da miedo el rostro sin miedo.
La supervivencia me ha hecho fuerte pero el dolor de su muerte sigue ahí.
No estás sola, me avisan sus pasos tranquila....
Mi compañía es perenne y tu libertad absoluta. _____
Encuentro conmigo misma ligereza corporal de una piel deshojada que me ha ofrecido desinhibición, relajación y liberación del alma. _____
El paso por la vida vacío y austero yermo de sentimientos.
Espirales negras de las cuales no logro salir se avecina la muerte.... Espacios gélidos.... Obstáculos reales e imaginarios limitan mi mente. ¿Oscuridad o luz?
LAS CASAS DE LA POESÍA  GRACIAS POETAS, POR LA LUZ, POR LA (NO) LUZ....


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