Una investigación en ratones revelo que las células inmunitarias del cerebro examinan constantemente su vecindario en busca de células nerviosas sobreexcitadas. Los hallazgos podrían arrojar luz sobre las condiciones neurológicas en las que los nervios son "hiperexcitables", como la epilepsia y la enfermedad de Alzheimer.
Se sabe que las neuronas hiperexcitables están involucradas en una amplia gama de afecciones neurológicas, incluida la enfermedad de Alzheimer , la lesión cerebral traumática , la epilepsia y el autismo . Después de años de intentarlo, los investigadores de la Universidad de Caen Normandie en Francia, lograron crear una cepa de ratones llamada Mg PTX , en la que las microglías están vivas pero no pueden enviar procesos.
Durante un tiempo, los ratones parecieron estar bien, pero luego algunos empezaron a tener convulsiones por una explosión descontrolada de actividad eléctrica en el cerebro. Para observar los efectos de la sobreestimulación en una parte discreta del cerebro del ratón, los científicos desarrollaron una técnica novedosa para hacer cosquillas continuamente en los bigotes de ratones normales y Mg PTX mientras corrían sobre una rueda.
El modelo automatizado de estimulación de bigotes permitió a los científicos obtener imágenes de neuronas hiperactivas en la corteza del barril de bigotes del cerebro del ratón, donde tiene lugar el procesamiento de las señales de los bigotes. Los investigadores descubrieron que en ratones genéticamente normales, la microglía extiende principalmente sus procesos hacia las neuronas activas. Fundamentalmente, los investigadores descubrieron que cuando un proceso toca una neurona activa, la actividad de la célula no aumenta más. Por el contrario, en los ratones Mg PTX , cuya microglía no puede enviar ramas, no se produce esta relajación de los nervios hiperexcitables.
En los ratones donde los movimientos de la microglía están congelados, encontraron que la actividad de las neuronas cercanas sigue aumentando, esto cambia nuestra forma de pensar sobre cómo se regula la actividad neuronal en el cerebro. En lugar de un interruptor de encendido y apagado, las microglías son el termostato del cerebro que controlan la actividad neuronal excesiva.
Los científicos publicaron su investigación en la revista Nature Neuroscience.